Qué aumenta más el recibo de la luz, ¿una ducha eléctrica o un calentador? Analizamos
Se ha advertido que el calentador eléctrico puede absorber hasta el 25 % de la demanda eléctrica de una vivienda.

EFE/ Lavandeira Jr. / Lavandeira jr (EFE)
Es importante saber que la cantidad de energía necesaria para calentar agua se determina por la masa, la temperatura inicial y el aumento requerido.
Por ende, según cálculos físicos, una ducha de cinco minutos con un caudal de ocho litros por minuto demanda alrededor de 1,8 kWh. La ducha eléctrica convierte casi el 100 % de la electricidad en calor únicamente durante el tiempo de uso, con potencias que suelen variar entre, aproximadamente, 5,5 y 7,5 kW.
Adicionalmente, esta característica la hace altamente eficiente en términos de conversión, pues solo consume mientras está activa.
Por otra parte, un calentador, aunque alcanza una eficiencia cercana al 98 %, funciona bajo un principio distinto: debe mantener el agua caliente de manera constante.
Este proceso implica pérdidas inevitables de energía, que se sitúan entre 1 y 2 kWh diarios debido a un aislamiento térmico insuficiente. De esta manera, el impacto en el consumo eléctrico de un hogar tiende a ser mayor en el caso del calentador.
¿Cuál es el impacto económico en la factura de electricidad?
El consumo de energía asociado al calentamiento de agua tiene afectaciones en el precio de las facturas domésticas. Por ejemplo, el Departamento de Energía de Estados Unidos indicó que este servicio representa entre el 14 % y el 18 % de la electricidad total de un hogar.
Desde otra perspectiva, en el contexto europeo, se ha advertido que el calentador eléctrico puede absorber hasta el 25 % de la demanda eléctrica de una vivienda, con potencias que oscilan entre 3.000 y 5.500 vatios, una cifra equivalente al consumo simultáneo de sesenta y cinco neveras.
Tenga en cuenta que una ducha eléctrica de siete kilovatios empleada durante diez minutos diarios implica un gasto cercano a 1,17 kWh, lo que se traduce en un promedio mensual de unos diez dólares, dependiendo de la tarifa local.
Por otro lado, un calentador de tanque con pérdidas de 1,5 kWh al día puede superar este gasto incluso sin que haya consumo directo de agua caliente, debido a la energía desperdiciada en el almacenamiento continuo.
¿De qué manera se puede gestionar mejor el consumo energético?
El impacto del consumo eléctrico para calentar agua depende en gran medida del perfil de uso que tenga cada hogar. La ducha eléctrica concentra toda su demanda en un corto intervalo de tiempo y no genera gasto adicional en reposo. Esto le otorga una ventaja en términos de control del consumo.
En contraposición, el calentador de tanque mantiene un gasto constante incluso cuando no se utiliza agua caliente, debido a las pérdidas de calor que ocurren en el depósito.
Para mejorar su eficiencia, se recomienda ajustes prácticos como reducir la temperatura del termostato a un rango de 50 a 55 grados Celsius, reforzar el aislamiento del tanque y programar su encendido en horarios de tarifa reducida, con el fin de aprovechar los costos más bajos de la energía.
Finalmente, aunque la ducha eléctrica pueda parecer más intensiva en el momento de uso, el calentador de tanque, por su consumo en espera, puede convertirse en un factor más determinante en el aumento mensual del recibo eléctrico si no se gestiona de forma adecuada.



