CAR alerta sobre graves afectaciones en páramos de Saboyá y Ráquira
La CAR confirmó que en Saboyá y Ráquira persisten cultivos de papa en zonas de páramo, lo que podría afectar acueductos y acarrear sanciones de hasta 100.000 salarios mínimos.

La CAR advirtió sobre un preocupante deterioro ambiental en zonas de páramo en los municipios de Saboyá y Ráquira
Saboyá
La Corporación Autónoma Regional (CAR) advirtió sobre un preocupante deterioro ambiental en zonas de páramo ubicadas en los municipios de Saboyá y Ráquira. Según las más recientes visitas de seguimiento, se confirmó la persistencia de cultivos ilegales de papa en áreas protegidas, en algunos casos a menos de 10 metros de nacimientos de agua, lo que pone en grave riesgo la biodiversidad de estos ecosistemas y la seguridad hídrica de comunidades rurales.
La situación fue confirmada por Yíber González, director de la regional Chiquinquirá de la CAR, quien explicó que los operativos se desarrollaron en las veredas Monte de Luz y El Molino, ubicadas en áreas del Páramo de Iguaque y Merchán.
“Recientemente realizamos visitas de seguimiento a cuatro predios en la vereda Monte de Luz, en Saboyá. Detectamos que tres de ellos continúan desarrollando cultivos de papa, a pesar de que ya habían sido objeto de medidas preventivas. Solo uno suspendió sus actividades, lo que agrava el proceso sancionatorio ya iniciado”, señaló González.
De acuerdo con el director, estos hechos violan disposiciones legales contempladas en las leyes 1333 y 2387 de 2024, que contemplan sanciones que pueden alcanzar hasta los 100.000 salarios mínimos mensuales legales vigentes.
En la vereda El Molino, la situación también es crítica. Allí se identificaron cultivos de papa en dos predios, que abarcan cerca de 1.56 hectáreas, ubicados a escasos 10 metros de un nacimiento de agua. Esta situación vulnera la nueva normativa ambiental que amplió la franja de protección obligatoria de 30 a 100 metros alrededor de las fuentes hídricas.
“Ese nacimiento de agua surte a tres acueductos rurales: El Gavilán, El Molino y El Regazo. El uso de fertilizantes y la cercanía de las siembras generan una alta probabilidad de contaminación del agua que consumen cientos de familias”, advirtió el director de la CAR.
Además de la presencia de cultivos, la autoridad ambiental encontró envases vacíos de productos químicos abandonados cerca de los afluentes, lo cual representa una amenaza adicional tanto para el ecosistema como para la salud de las personas que habitan aguas abajo.
Frente a estos hechos, la CAR ha emprendido acciones integrales que combinan control, pedagogía y sanción. Además de iniciar los procesos legales correspondientes, ha adelantado jornadas de sensibilización ambiental en varias zonas rurales del Occidente de Boyacá.
“Hemos estado presentes en Merchán, Telecom, Rabanal y el municipio de Ráquira, realizando capacitaciones tanto con propietarios de predios como con las comunidades en general. Es fundamental que conozcan la legislación, las restricciones ambientales y el impacto que estas prácticas generan no solo en el medio ambiente, sino también en la salud pública”, explicó González.
El directivo reiteró que, más allá de las multas, los responsables de estas afectaciones deberán realizar acciones de compensación ambiental, como la restauración de la capa vegetal y la suspensión definitiva de actividades agrícolas en zonas de páramo.