Así puede mantener las empanadas crujientes después de freídas: ¿cómo almacenarlas?
Mantener las empanadas crujientes después de freírlas es posible con algunos pasos
Por eso mismo, en esta guía, le compartimos los mejores consejos para que sus empanadas se mantengan crujientes y deliciosas, incluso después de almacenarlas.
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Trucos recomendados
1. Enfriamiento adecuado: El primer paso crucial es dejar que las empanadas se enfríen completamente antes de almacenarlas. Colocarlas sobre una rejilla es ideal, ya que permite que el aire circule alrededor de ellas, evitando la acumulación de humedad que puede hacer que la masa se ablande. Este proceso de enfriamiento debe hacerse a temperatura ambiente y puede tomar entre 30 minutos a una hora, dependiendo del tamaño y grosor de las empanadas.
2. Almacenamiento en recipientes herméticos: Una vez que las empanadas estén completamente frías, es importante guardarlas en recipientes herméticos (tiene como objetivo prolongar la vida útil de los alimentos). Los recipientes de vidrio o plástico con tapas ajustadas son ideales para este propósito. Al sellar las empanadas en un ambiente sin aire, se reduce la posibilidad de que la humedad del ambiente las ablande. Además, si planea consumirlas en un par de días, puede guardarla en el refrigerador.
3. Uso de papel absorbente: Colocar un trozo de papel absorbente en el fondo del recipiente es un truco simple pero efectivo. El papel absorbente ayuda a capturar cualquier exceso de humedad que pueda liberarse de las empanadas, manteniéndolas crujientes por más tiempo. Es recomendable cambiar el papel absorbente cada día si planea almacenar las empanadas por varios días.
4. Recalentamiento correcto: El método de recalentamiento es crucial para mantener la textura crujiente de las empanadas. Evite el microondas, ya que tiende a ablandar la masa debido a la forma en que calienta los alimentos. En su lugar, utilice un horno precalentado a temperatura media-alta (alrededor de 180 °C o 350 °F). Coloque las empanadas directamente sobre la rejilla del horno o en una bandeja para hornear durante unos 10-15 minutos, o hasta que estén calientes y crujientes nuevamente.
5. Congelamiento y descongelación: Si desea conservar las empanadas por más tiempo, la congelación es una excelente opción. Para congelarlas correctamente, siga estos pasos:
- Enfriamiento completo: Asegúrese de que las empanadas están completamente frías antes de congelarlas.
- Envoltura individual: Envuelva cada empanada individualmente en papel aluminio o film plástico. Esto evita que se peguen entre sí y protege la masa de la quemadura por congelación.
- Almacenamiento en bolsas de congelación: Coloque las empanadas envueltas en una bolsa de congelación con cierre hermético. Expulse la mayor cantidad de aire posible antes de sellar la bolsa.
Para recalentarlas, no es necesario descongelarlas previamente. Colóquelas directamente en el horno precalentado a temperatura media-alta y hornee hasta que estén calientes y crujientes, lo que puede tomar entre 20-25 minutos.
6. Uso de freidora de aire: Otra opción para recalentar las empanadas y mantener su textura crujiente es utilizar una freidora de aire. Este aparato cocina los alimentos con aire caliente circulante, lo que ayuda a mantener la masa crujiente sin necesidad de añadir más aceite.
7. Masa adecuada: La receta de la masa también puede influir en la capacidad de las empanadas para mantenerse crujientes. Una masa bien equilibrada, con la cantidad correcta de grasa y líquido, ayudará a crear una textura crujiente que se mantendrá incluso después de freír y almacenar.
Para finalizar, si tiene en cuenta estos consejos, podrá disfrutar de empanadas deliciosas y crujientes en cualquier momento.