En el caso de la salud, Risaralda está en alerta amarilla, <b>los hospitales públicos y centros asistenciales del territorio cuentan reservas de oxígeno para ocho días</b>, se tienen garantizados los suministros médicos necesarios para atender emergencias por el mismo tiempo.De otro lado, el gobernador, <b>Juan Diego Patiño</b>, tomó la decisión de <b>suspender las clases presenciales en los municipios no certificados del territorio</b>, pasando a jornadas académicas virtuales, también se solicitó la creación de varias mesas de diálogo y concertación con los transportadores, para <b>habilitar un corredor humanitario que permita el traslado de residuos y evitar un problema de salud pública</b>.En cuanto al combustible, se confirmó en el PMU que <b>hay desabastecimiento de gasolina en todo el departamento de Risaralda,</b> se está buscando negociar con los manifestantes para que permitan el paso de carros cisterna hacia todos los municipios y así garantizar el abastecimiento de ambulancias, vehículos de organismos de socorro y de la fuerza pública.Para el caso de Pereira, el alcalde <b>Mauricio Salazar</b>, manifestó que las estaciones de servicio están sin combustible, se busca llegar a un acuerdo para que <b>se pueda llevar gasolina al Diagnosticentro</b> y garantizar el abastecimiento del transporte público y vehículos de emergencias y socorro.En cuanto a las clases en Pereira, manifestó el mandatario municipal que <b>seguirán suspendidas hasta tanto no se llegue a un acuerdo </b>y se permita levantar el paro nacional de transportadores, indicó que no pondrá en riesgo la integridad y garantizará la seguridad de los estudiantes<b>.</b>Finalmente, el gobernador de Risaralda, <b>instó al Gobierno Nacional para que llegue a un acuerdo con los transportadores que permita levantar el paro nacional</b>, aunque reconoció el mandatario departamental, que en este momento no hay diálogos con el ente central.Por último, las mesas de diálogo permanecerán activas con la presencia del Ministerio Público que permita velar por las garantías de los manifestantes y respetar la vida de las personas y las necesidades básicas a través de los corredores humanitarios.