¿Es más saludable la cebolla cruda o cocinada? Le contamos las diferencias
El consumo regular de cebolla tiene múltiples beneficios para la salud, conozca de qué se trata.
La cebolla es un ingrediente que se puede encontrar en cualquier cocina de casi todos los países del mundo, su presencia es necesaria en la gastronomía, pues aporta y realza el sabor de las demás comidas. Sin embargo, no únicamente por su sabor debería estar presente en las comidas, sino también por sus propiedades nutricionales y sus beneficios para la salud.
Su versatilidad, además de su facilidad de plantarlas en el hogar, hace que se puedan consumir en diferentes platos como salteadas, caramelizadas, fritas o incluso crudas en ensaladas, debido a esto muchos se preguntan si estas son más saludables crudas, si pierden propiedades cuando se exponen a la cocción o si de cualquier manera aportan los mismos nutrientes al cuerpo, le contamos.
Propiedades de la cebolla
De acuerdo con el portal web de la Clínica de Cleveland, consumir cebollas tiene múltiples beneficios para la salud y recomiendan consumirla con mayor regularidad, ya sea cocinada o cruda, pues ambas tienen propiedades similares.
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El documento ‘La cebolla, una aliada para tu salud’, del departamento de nutrición de la Universidad Complutense de Madrid, tiene un porcentaje muy alto de agua, casi el 90%, lo que su aporte calórico es muy bajo. Igualmente, no contienen grasa, ni colesterol y contiene fibra dietética, importante para la salud del sistema digestivo, y para prevenir enfermedades como el estreñimiento.
Este documento también señala que aporta minerales, como potasio, fósforo, magnesio, entre otros, además de vitaminas del grupo B, como B1, B2, B6, niacina y ácido fólico y vitamina C.
Si bien tiene múltiples propiedades y beneficios, algunas personas, con condiciones médicas especiales, deberían evitar consumir cebolla, pues puede generar reacciones negativas en el cuerpo y su funcionamiento.
Menor riesgo de cáncer
Según un estudio publicado en la revista científica Cancer Letters y reseñado por la página de la clínica, los estudios iniciales han encontrado que compuestos organosulfurados, que dan el olor y sabor fuerte a la cebolla, podrían impedir que las células cancerosas se multipliquen y crezcan.
Igualmente, de acuerdo con el portal WebMD, especializado en medicina y desarrollado por profesionales de la salud, las cebollas son uno de los alimentos más ricos en quercetina, un antioxidante reconocido por bloquear algunos elementos causantes de esta enfermedad.
La Clínica de Cleveland afirma que una dieta rica en cebolla puede estar relacionada con la reducción del riesgo de parecer: cáncer de colon, vejiga, seno, pulmón, ovarios, estómago y cerebro.
Enfermedades crónicas
Las cebollas tienen más de 25 flavonoides, estas sustancias tienen propiedades antioxidantes, además de tener un alto contenido de vitamina C, que ayuda a prevenir algunas enfermedades. Los antioxidantes protegen a las células de los radicales libres, que causan inflamación y contribuyen al desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes, el cáncer y las enfermedades cardiacas.
Enfermedades cardíacas
Como se mencionó anteriormente, la cebolla es rica en quercetina, la cual tiene beneficios para el corazón y es especialmente útil para las personas que padecen de sobrepeso y obesidad. Igualmente, tienen propiedades anticoagulantes, previniendo los coágulos sanguíneos que son causantes de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Comer mayor cantidad de cebolla puede ayudar a la salud del corazón, ayuda a controlar la presión arterial alta, a bajar el colesterol malo y reducir la inflamación crónica.
¿Cruda o cocinada?
Según el documento de la Universidad Complutense de Madrid, mencionado anteriormente, la cebolla tanto cocinada como cruda tienen valores nutricionales similares, sin embargo, la principal diferencia se encuentra en el contenido de los componentes más vulnerables cuando se cocina.
El porcentaje de vitaminas, como la vitamina C y el ácido fólico, puede reducirse, al igual que algunos compuestos como la quercetina. Estas pérdidas dependerán de factores como el tiempo y el tipo de cocción, la temperatura, entre otras. Sin embargo, el documento confirma que es difícil conocer estas pérdidas, pues hay pocos estudios al respecto.