Ciencia y medio ambiente

Nebulosa de Orión: ¿Qué son los objetos que ha avistado el telescopio Webb?

El nuevo descubrimiento del telescopio espacial más potente de la NASA tiene perplejos a los científicos y desafía lo que conocemos sobre la formación de planetas y estrellas.

Estas son las primeras imágenes reveladas de la majestuosa Nebulosa de Orión

Estas son las primeras imágenes reveladas de la majestuosa Nebulosa de Orión / Foto tomada de internet

El telescopio espacial más potente de la NASA, el James Webb, reveló un importante hallazgo que se encuentra a cerca de 1.344 años luz de distancia, mientras observaba a la nebulosa de Orión, la gran región de formación estelar más cercana a la Tierra.

Se trata de 150 objetos, con una masa cercana a la del planeta Júpiter, los cuales se encuentran agrupados en más de 40 pares que se orbitan entre sí, convirtiéndose en un reto para las definiciones que conocemos actualmente de planetas y estrellas.

Estos objetos, que fueron bautizados como JuMBOs (Objetos Binarios de Masa Joviana en inglés), tienen perplejos a los científicos por su compleja clasificación, al ser demasiado pequeños para considerarse estrellas, y tampoco encontrarse orbitando una estrella madre, como los planetas que conocemos.

Los JuMBO fueron descubiertos en imágenes recientemente reveladas por la Agencia Espacial Europea (ESA) que muestran la nebulosa con un nivel de detalle nunca antes visto.

La nebulosa de Orión

Para la NASA, una nebulosa se podría definir como una nube gigante de polvo y gas en el espacio. Algunas de estas provienen del gas y el polvo expulsado por la explosión de una estrella moribunda, en el fenómeno que se conoce como supernova.

Otras, son regiones donde comienzan a formarse nuevas estrellas, razón por la cual, como en el caso de Orión, se denominan como “viveros de estrellas”.

El área central brillante alberga cuatro de las estrellas más importantes de la nebulosa, un grupo conocido como “el Trapecio”, debido a su forma trapezoidal. La luz ultravioleta y los fuertes vientos estelares (oleadas de partículas cargadas) liberados por estas estrellas masivas tallan una cavidad en la región central de la nebulosa.

Muchas estrellas medianas están rodeadas por discos oscuros de gas y polvo, en los cuales pueden formarse sistemas planetarios. Estos grandes complejos son las bases de los sistemas solares. Nuestro propio sistema solar se formó a partir de uno de estos discos, hace 4500 millones de años.

Ni planetas ni estrellas

El descubrimiento del James Webb parece contradecir las teorías existentes sobre la formación de estrellas y planetas, como explica The Guardian, puesto que no debería ser posible que se formen objetos del tamaño de Júpiter mediante el proceso que da origen a las estrellas dentro de las nubes de polvo y gas que se encuentran en una nebulosa.

Le podría interesar:

En el universo, las estrellas se forman cuando nubes gigantes de polvo y gas se fusionan gradualmente por efecto de la gravedad, explica New York Times.

A medida que pasa el tiempo, algunas zonas de la nube se van volviendo tan densas que los átomos de hidrógeno son comprimidos, generando un proceso de fusión nuclear, a partir del cual, se forma el núcleo de una estrella.

Una versión en miniatura, denominada fusión de deuterio, puede presentarse en zonas de menor densidad, generando objetos de menor tamaño, que se denominan ‘enanas marrones’, estos objetos gaseosos son más grandes que los planetas, pero no tan masivos como para soportar una fusión de hidrógeno en sus núcleos, explica la NASA.

Las estrellas más pequeñas tienen unas 80 veces la masa de Júpiter, de acuerdo con The Guardian, debajo de esta medida, el núcleo no es lo bastante denso para fusionar hidrógeno, pero los objetos más pequeños pueden fusionarse mediante el mismo proceso, incluidas las enanas marrones y, por debajo de unas 13 veces la masa de Júpiter, los objetos de masa planetaria.

Sin embargo, las predicciones teóricas sugieren que el límite inferior para que un objeto se forme mediante un colapso gravitatorio similar al de una estrella es de entre tres y siete veces la masa de Júpiter; en el caso de los JuMBO, las masas pueden ser tan bajas como 0.6 veces la de Júpiter.

“Buscábamos estos objetos muy pequeños y los encontramos. Los encontramos tan pequeños como una masa de Júpiter, incluso media masa de Júpiter, flotando libremente, no unidos a una estrella”, dijo Mark McCaughrean, asesor principal de ciencia y exploración de la Agencia Espacial Europea (ESA).

“La física dice que no se pueden crear objetos tan pequeños. Queríamos ver si podíamos romper la física. Y creo que lo hemos conseguido, lo cual es bueno”, sentenció el científico.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad