Sargento aceptó que pidió a la tropa disfrazarse de disidencia FARC en Córdoba
El comandante del Ejército Nacional ordenó su retiro definitivo y el de 17 militares más.
Bogotá D.C.
El sargento viceprimero Aldana reconoció ante la Inspección del Ejército Nacional y de las Fuerzas Militares que él tomó la decisión de disfrazarse como disidente FARC, junto a un cabo y 8 soldados, para amenazar a indígenas y campesinos en la vereda Bocas de Manso, municipio de Tierralta, Córdoba.
Sin embargo, el sargento Aldana no entregó sus razones para ordenar a la tropa que lo acompañaba para hacerse pasar por criminales. La Fiscalía y Procuraduría serán las entidades encargadas de adelantar las respectivas investigaciones.
Retiran a militares que amenazaron a la población
Por lo anterior, el comandante del Ejército Nacional, general Luis Ospina, decidió retirar de manera definitiva a estos militares que aparecieron en el video amenazando a mujeres con niños en brazos y campesinos de la zona.
También fueron retirados seis oficiales y dos suboficiales más por omisión en el control de la tropa. Entre ellos están el comandante de la Brigada 11, coronel José Edilberto Lesmes Beltrán, y el Sargento Mayor de Comando, Juvenal Mahecha, también adscrito a esa unidad.
Asimismo, se encuentran el comandante, el segundo al mando, los oficiales de operaciones y de inteligencia y el sargento mayor del Batallón de Infantería N.33 ‘Batalla de Junín’, tal y como recomendó en su momento la Inspección Militar.
Traslado de otros 13 soldados
Ahora bien, con relación al pelotón que no habría participado en forma directa en los hechos, se ordenó el traslado de 13 soldados profesionales a unidades del centro del país, específicamente en Cundinamarca, donde no realizarán actividades operacionales, ni de inteligencia, sino que cumplirán labores administrativas y servicios de régimen interno, en tanto se definen los procesos de investigación activos.
Por otro lado, se tiene prevista una revista al comando de la Séptima División del Ejército Nacional en las próximas dos semanas para revisar el cumplimiento de la doctrina militar, los protocolos y las normas vigentes.
“Se están adoptando otras medidas tendientes a fortalecer el aprendizaje desde las Escuelas de formación y capacitación, así como en los Batallones de Instrucción, Entrenamiento y Reentrenamiento, en aras de evitar estos comportamientos individuales, que se apartan de las políticas y lineamientos institucionales, que han sido recabados de manera constante en los diferentes programas radiales que se difunden a todos los niveles del mando”, aseguró el comandante del Ejército en un comunicado.
¿Qué pasó en la vereda?
La Brigada 11 había recibido la orden de realizar unos allanamientos en zona rural del municipio de Tierralta, Córdoba. Se pretendía incautar armamento y demás elementos relacionados con el narcotráfico que estarían en caletas, pertenecientes al Clan del Golfo.
El pelotón estaba liderado por el teniente Niño, sin embargo, antes de llegar al caserío, manifestó que no podía continuar con la operación por presentar posibles problemas relacionados con estrés postraumático.
A un poco más de dos kilómetros de llegar al objetivo, el teniente Niño se quedó con un grupo de soldados y, para terminar la operación, asumió el mando de la tropa el sargento viceprimero Aldana.
Él se fue acompañado del cabo tercero Ortiz y 8 soldados más a la vereda Bocas del Manso, donde finalmente se disfrazaron de disidentes FARC para intimidar a la población y no realizaron la operación que había sido planificada contra el Clan del Golfo.
El sargento Aldana así lo reconoció ante la Inspección del Ejército Nacional y las Fuerzas Militares, aunque guardó silencio de sus razones de tomar la decisión de intimidar a indígenas y campesinos haciéndose pasar como integrantes de disidencias FARC.