Selección Colombia: 3 santos a los que le puede ‘encomendar’ el partido

Colombia es, en general, un país creyente y apasionado por el deporte. No importa que sea un Estado laico, pues a la hora de tratar asuntos como el éxito del seleccionado de futbol nacional, resultan listas de rituales, agüeros y creencias para alcanzar el éxito.

Esto toma aún más fuerza en momentos como el actual, cuando el equipo colombiano juega las fechas de clasificación para disputar en 2026 por la Copa Mundial de la FIFA.

Justo este martes 12 de septiembre se jugará el segundo partido de Colombia en la ronda de eliminatorias para el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá.

El encuentro deportivo será contra la Selección de Chile, en el Estadio Monumental de Santiago. Está programado para las 7:30 p.m., hora de Colombia.

Por esa razón no está de más encomendarse a tres personajes del santoral católico que durante sus vidas se destacaron por distintas virtudes y luego fueron consagrados en la fe a ser los patronos de distintos deportes.

Encomendarse a alguno de ellos puede ser una alternativa para que la Selección Colombia obtenga buenos resultados durante esta etapa y llegue a jugar el torneo mundial con un acumulado de goles generoso.

San Luigi Scrosoppi, patrono de los futbolistas

Este santo italiano, nacido en la ciudad de Udine, en 1804, es uno de los más queridos y conocidos por los aficionados del fútbol en Europa.

La labor de ser el patrono de los futbolistas le fue encomendada justo por aficionados que sintieron un vacío al no tener un personaje que representara de manera puntual los intereses de este deporte y no de todos en general.

Fue así como el empresario austriaco Manfred Pesek inició una investigación junto a dos profesores universitarios para construir una rigurosa lista de los santos que podrían interceder de manera directa por los futbolistas en la cancha.

Luego de analizar biografías de muchos personajes, dieron con Luigi de Scrosoppi, un hombre dotado de varias cualidades particulares, que le hicieron digno de la canonización en el año 2001, por parte del entonces Papa Juan Pablo II.

Este santo fue un creador de comunidades. Fundó las Hermanas de la Providencia de San Cayetano de Thiene y tuvo una especial cercanía con las niñas y jóvenes huérfanas o desamparadas.

Tras la larga investigación realizada por Pesek y su equipo, dieron con el perfil de este santo caracterizado por la dedicación al deporte como medio de encuentro y evangelización con los jóvenes.

Finalmente, en agosto de 2010 se anunció oficialmente la designación de San Luigi de Scrosoppi como patrono de los futbolistas. Desde entonces la imagen de santo lleva un balón de fútbol de la mano y la pasión de los aficionados en sus espaldas.

San Juan Bosco, otro patrono del fútbol

El fundador de la Congregación Salesiana, sacerdote nacido en Italia, en 1815, no ha logrado ser nombrado de manera oficial como santo de deporte ni patrono oficial del fútbol. Sin embargo, muchos aficionados le tienen una especial fe por sus bondades humanas.

Y esto no sucede solo en Italia, su país de origen. La fe a Don Bosco como un santo confiable para poner la fe en los deportes también ha crecido en América Latina.

Especialmente en Argentina, que además de ser una de las naciones más futboleras del continente, fue el sitio escogido para que iniciara allí la expansión americana de la obra religiosa de los salesianos.

En el año 2010 surgió una iniciativa fuerte de declarar a San Juan Bosco como patrono del fútbol. La idea fue planteada en un artículo del periódico Der Standard (Austria), dirigida directamente al Papa Benedicto XVI.

Aunque la solicitud no surtió efecto, para muchas personas las virtudes de Don Bosco durante su vida son suficientes para encomendarse a él cuando en términos de fútbol se habla.

“Me hice con cuantos juegos pude: potro, columpios, pértigas, todos los aparatos de gimnasia que encontré. De modo que el patio y el juego se convirtiera en un lugar de encuentro para el desarrollo de las relaciones personales y la superación”, decía San Juan Bosco.

Su testimonio y sus acciones, para los creyentes, le hacen merecedor de su fe y lo convirtieron en un personaje confiable para la devoción de los deportistas.

San Juan Pablo II, santo de los porteros

El Papa Juan Pablo II es uno de los personajes más reconocidos del mundo contemporáneo. Nació en Polonia, en 1920. Alcanzó a vivir una pequeña porción del siglo XX, hasta su muerte en el año 2005, siendo Papa reinante.

En el año 2014 fue canonizado por al Papa Francisco, actual pontífice. Hizo parte de hechos de gran importancia en el siglo XX, lo que le hace gozar de una especial popularidad y fe dentro de sus creyentes.

Lo que pocas personas saben es que de forma casi simultánea a su beatificación, San Juan Pablo II empezó a ser considerado como el patrono de los porteros de fútbol.

La razón para que le designaran este patronazgo es que en su juventud jugó como portero en un equipo de Wadowice, su ciudad natal.

Además, fue un aficionado al balón durante toda su vida. Así se evidenció en el documental “Juan Pablo II habla al deporte”, presentado en el año 2014, en el marco de su canonización.

“El fútbol es un método excelente para promover la solidaridad en un mundo afectado por las tensiones raciales, sociales y económicas”, dijo San Juan Pablo II. Para él, el deporte era uno de los medios más adecuados para educar el corazón humano.

Oración para ganar un partido de fútbol

¡Señor mío! Te pido de corazón que alientes a estos muchachos para que den lo mejor de sí en la cancha de fútbol y de esta manera se sientan más orgullosos y libres, ya que su deseo es ganar este partido.

Te pido sabiduría para que tomen las decisiones correctas en el campo de juego y de esta manera salgan victoriosos del encuentro, sin dañar a nadie ni violentar los procedimientos.

Guíalos siempre, ¡oh Señor misericordioso!

Ilumínalos, Señor, y que el entendimiento y la comunicación brille en sus ojos para evitar errores involuntarios que les borren la sonrisa de sus rostros. Que siempre tengan una actitud positiva durante la vida.

En tu santo nombre, te pido cordura y que alejes los malos sentimientos entre estos jóvenes deportistas, tales como: egoísmo, egocentrismo e individualismo, ya que son un equipo integrado por seres pensantes que deben trabajar de manera armónica para triunfar, porque esa victoria será el fruto de todos.

¡Señor! Por último te pido que les des aliento cuando se sientan fatigados y cansados a punto de desfallecer, porque deben seguir hasta el final y lograr su victoria.  

Fuerza y perseverancia en sus corazones y alma. Amén.