Médicos Sin Fronteras urge atención de Gobierno tras estar saturados por crisis migratoria

La crisis migratoria entre Colombia y Panamá sigue preocupando a las organizaciones humanitarias y de derechos humanos.

Miles de personas cruzan cada semana las selvas del Tapón del Darién, ubicado entre los dos países, con la intención de llegar a Estados Unidos y acceder a mejores condiciones de vida.

Así lo expresó la doctora Altair Saavedra, miembro de la coordinación médica de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Colombia y Panamá. En conversación con 6AM Hoy por Hoy, la profesional dio cifras sobre la atención de la organización a la crisis en la selva del Darién.

La doctora Saavedra aseguró que esta selva se ha convertido en una de las rutas migratorias más concurridas del mundo. Durante las últimas semanas, según ella, han llegado a Panamá grupos de entre 3.500 y 4.000 migrantes, tras una travesía de hasta seis días por la selva.

Aseguró que es importante la acción de los países implicados en la crisis migratoria, para gestionar la situación de seguridad y derechos humanos de quienes cruzan por esta ruta hacia Estados Unidos.

“Lo que se requiere es un llamado a los gobiernos y a otras instituciones a aportar mayores apoyos y recursos para atender las necesidades de las personas en movimiento”, aseveró la profesional, quien ve cada día las condiciones en las que los migrantes hacen esta travesía.

Explicó que el hacinamiento de las personas y la falta de acceso a agua potable causan problemas de salud como diarreas y enfermedades en la piel. Esto además del cansancio y dolor en extremidades tras varios días de caminar y sortear los peligros de la naturaleza.

“Las personas migrando dentro de la selva están expuestas a situaciones de violencia”, aseveró la doctora Saavedra. Pero no solo hacía referencia a la violencia de grupos armados como el Clan del Golfo, que tiene fuerte presencia en la zona.

La violencia sexual es otro de los grandes peligros a los que se arriesgan las personas, especialmente las mujeres, al cruzar por el Tapón del Darién.

“Abordamos todas las necesidades que puedan tener estar personas en los aspectos médico, de salud mental, de necesidades sociales y de protección”, agregó.

Las acciones humanitarias de Médicos Sin Fronteras en la selva del Darién se desarrollan en tres sitios puntuales.

Dos son estaciones de recepción migratoria y una más es la comunidad de acogida de Bajo Chiquito, un pueblo selvático ubicado en territorio panameño y el primero con el que se encuentran los migrantes al superar la ruta por lo más espeso de la selva.

“Entre enero y julio de 2023 los equipos médicos ya han brindado cerca de 36 mil consultas médicas, más de 673 atenciones a mujeres embarazadas y más de 1.600 consultas de salud mental”, expuso la doctora Saavedra.

Hizo énfasis en la cantidad de menores de edad que hacen parte de los grandes grupos de migrantes. Aseguró que al menos el 20% de las personas que cruzan el Tapón del Darién son niños, niñas y jóvenes.

La médico aseguró que no es efectivo ni suficiente tomar medidas restrictivas como el cierre de fronteras, pues “la migración es un fenómeno mundial”.

Por el contrario, se deben disponer los recursos necesarios para que los migrantes tengan acceso al menos a servicios de salud durante el viaje por la selva.

Según proyecciones de la organización Human Rights Watch, al finalizar 2023 al menos medio millón de personas habrán migrado a través de esta peligrosa ruta. Según los cálculos hechos para el mes de agosto, cada día al menos 2.500 personas cruzan el Tapón del Darién.