¿Qué debe hacer un sacerdote si una persona le revela un delito en confesión?

Recientemente se conocieron unas comprometedoras grabaciones, en donde se escucha al excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga, hablar con su entonces asesor Daniel García Arizabaleta, sobre presuntamente recibir dineros de la multinacional Odebrecht para su campaña, con el fin de cubrir la contratación del publicista ‘Duda’ Mendoça.

No obstante, un detalle que ha llamado la atención en medio del escándalo es que el excandidato presidencial acudió ante el padre Arturo Uría Eguíluz, quien lo escuchó mediante el sacramento de la confesión y quien le habría aconsejado “no inmolarse y protegerse a sí mismo”.

En los audios revelados por la revista Semana, se escucha lo siguiente: “Yo fui y le dije: ‘Padre, dígame una cosa, yo qué debo hacer’. Le conté la verdad de las cosas. Le dije: ‘Padre, yo lo sabía, esto ocurrió así, yo quiero que me diga qué debo hacer, desde la luz, yo soy un hombre de fe, católico’. Y me dijo algo sabio, y por eso quería que usted hablara con él”.

Continúa, “me dijo: ‘Uno tiene que protegerse a sí mismo ante la maldad de los demás. A usted nada lo obliga a no protegerse y proteger a su familia’. Incluso, me lo dijo: ‘Eso está en la fe, habla de la restricción mental, usted no tiene por qué inmolarse”, le narró el excandidato a García Arizabaleta.

Sobre el particular, muchos han cuestionado los consejos del sacerdote, quien según las grabaciones, no incitó a Zuluaga a confesar, a pesar de que sabía que se trataba de un delito.

¿Qué debe hacer un sacerdote cuándo le confiesan un delito?

Por lo anterior, en 6AM Hoy por Hoy, estuvo el padre Carlos Novoa, Jesuita y doctor en Ética y Teología, despejando dudas sobre qué debería hacer un sacerdote en el momento que le confiesan un delito.

“Es un tema que tiene muchas aristas, el papa Francisco ha dicho, que el confesionario no es una cámara de torturas. Cuando una persona que ha cometido un crimen o un delito se acerca a un sacerdote a consultarlo, el deber de un presbítero es ante todo escucharlo con amor, con la misericordia y tratar de comprender en que situación se halla”, empieza el sacerdote.

Y agrega: “también ha dicho el papa Francisco, ‘en última instancia se decide en conciencia’ entonces mi tarea como sacerdote nunca puede ser, decirle a una persona, usted tiene hacer esto o aquello. La decisión del comportamiento de una persona en cualquier situación (en este caso frente al poder judicial) el sacerdote debe oírlo y después darle su punto de vista”.

El asunto es más que nada ético, “por ende un juicio moral lo controlan varios elementos, como la intencionalidad del comportamiento, el objetivo del comportamiento, los valores y bienes morales en juego, las normas morales y las leyes civiles, todo eso tiene que conjugarse… entonces son varios tópicos lo que aquí se juzga. No podemos decidir por las personas”.

Secreto de confesión: sagrado

El sacerdote asegura que el secreto de confesión es sagrado y que un sacerdote no oculta la verdad. “Pero nadie está obligado a denunciarse a sí mismo, pero desde el punto de vista ético, si soy consiente de que he cometido un crimen, yo no puedo negar que he hecho esto”.

La persona que acude a una confesión lo hace bajo la creencia de que existe ese secreto y en base a ello revela sus interioridades, probablemente si esto no fuera así esa persona no revelaría estas intimidades, es precisamente por todo ello, por lo que la Ley entiende que estas personas bajo ningún caso y circunstancia pueden divulgar o poner en conocimiento de la Autoridad hechos de los que tenga constancia por razón de su profesión aunque ello implique la ocultación de un delito.