¿Logró adquirir la moneda de $10.000? Por ‘La Pola’ le podrían dar hasta $400.000
Más de 3.000 ciudadanos se dieron cita en el edificio de Tesorería del Banco de la República, en el centro de Bogotá, para comprar una de las 20.000 monedas acuñadas de Policarpa Salavarrieta
El martes 10 de enero de 2023 el Banco de la República de Colombia puso en circulación una moneda de $10.000 en conmemoración a la heroína de la Independencia, Policarpa Salavarrieta, quien fue fusilada en noviembre de 1817 en la Plaza Mayor de Santafé de Bogotá.
Esta moneda, que podrá ser utilizada para realizar cualquier tipo de transacción en el territorio nacional, busca exaltar la figura de una de las mujeres más importantes en la historia del país y enaltecer su muerte frente al pelotón de fusilamiento que escuchó sus últimas palabras, que parecen seguir retumbado: “Muero por defender los derechos de mi patria”.
El lanzamiento de estas piezas de colección, que tienen el retrato de la Pola, el cual fue realizado por el pintor José María Espinosa en el anverso y la casa donde vivió en el municipio de Guaduas en el reverso, pueden ser adquiridas en la Tesorería del Banco en Bogotá, las sucursales en Barranquilla, Cali, Medellín y Bucaramanga, y en las Agencias Culturales en Manizales y Honda.
Las monedas del “Bicentenario del sacrificio”, las cuales están hechas con una aleación entre cobre (75%), níquel (25%) y cuya circulación corresponde al cumplimiento de la Ley 1903 del 22 de junio de 2018, son un objeto de deseo entre coleccionistas y entusiastas que sería capaces de ofrecer hasta $400.000 por llevársela a su casa.
Adquirirla: un tarea complicada
Este miércoles 11 de enero, un día después que fuera puesta en circulación la moneda de La Pola, más de 3.000 personas hicieron una interminable fila frente al edificio de Tesorería del Banco de la República para poder adquirir alguna de las 20.000 piezas de colección.
Desde las cinco de la mañana, habitantes de la capital, Tunja y Villavicencio, entre otras ciudades, se reunieron en la calle 13 # 35 - 25, en inmediaciones a la Secretaría de Movilidad, para poder obtener una de las monedas que incluye la leyenda: “200 AÑOS DEL SACRIFICIO DE LA HEROÍNA”.
Sin embargo, con el pasar de las horas, a la fila se fueron sumando coleccionistas y entusiastas como Luis Ceballos quienes aseguraban que el “reconocimiento a la Pola eran más que merecido en su bicentenario”; sin embargo, recalcaban que desde el Banco Central: “han debido hacer una emisión más grande o una nueva emisión, para que las personas que como yo, que no vamos a alcanzar, podamos obtener una moneda”.
Al que madruga, Dios le ayuda
Sobre las 11:00 a. m., la fila de ciudadanos le daba la vuelta a la manzana y decenas de curiosos se acercaban para preguntar cuál era el motivo de la algarabía o se sumaban a la interminable cola a pesar de que la espera pareciera eterna: “estamos esperando a ver”, le dice con fe a Caracol Radio, Harbinson Castellanos.
Los que madrugaron, como Nelsi Martínez, lograron salir con una sonrisa del edificio de la Tesorería en el que todo parecía ralentizarse y con la moneda que brilla por el sol del medio día en la capital; sin embrago, se suma a las quejas: “Estuvo mal organizado. Se cuela mucho la gente. Los que llegan de últimas quiere salir, mejor dicho, ya”.
Otro de los que logró la añorada pieza fue Javier Rojas, quien se vino desde el municipio de Tunja para obtener la moneda que le hacía falta a su colección. Javier, no es un entusiasta como gran parte de los 3.000 ciudadanos que estaban haciendo la fila, hace parte de la Asociación Numismática de Colombia: “Numismática es la encargada de estudiar los billetes y monedas”.
“Hay cosas que no tiene precio, el valor sentimental de poderla llevar a la casa y compartirla con las otras monedas que tengo y que han salido en los últimos 6 o 7 años”, dijo para Caracol Radio Javier Rojas.
Estoy dispuesto a pagar hasta $400.000
David Ayure no pensaba en hacer la interminable fila, ya se habían designado los 1.000 turnos a los que les garantizaban adquirir la moneda durante la jornada, no obstante, no perdía la esperanza en comprar una para su papá que colecciona estas piezas desde hace 35 años y que actualmente vive en Alemania.
“Ya llevo dos horas esperando a ver quién me la vende. Soy capaz de ofrecer entre $300.000 y $400.000″, dijo a Caracol Radio Ayure frente a una fila que parecía interminable y como él había varios.