Polémica por deuda de 60 mil millones que el Concejo le aprobó al alcalde de Pereira

Pereira

En vísperas de la noche navideña, el 22 de diciembre, el Concejo de Pereira autorizó un nuevo endeudamiento por 60.000 millones de pesos para la construcción del Malecón sobre el Río Otún además de la segunda fase de la Avenida Cerritos o Avenida de los Colibríes, cuya primera fase está apenas en un 32% de ejecución.

Las denuncias realizadas por concejales, exconcejales, diputados y ciudadanos en general, señalan que esta ambiciosa deuda que acaba de adquirir la administración municipal, no tiene argumentos sólidos más que endeudar a la ciudad, pues no hay un gran avance en las primeras fases de dichos proyectos, para pedir aprobación de nuevos recursos.

El concejal de Pereira, Esteban Gañán, manifestó que para el caso de la Avenida de los Colibríes no se ha completado ni siquiera la primera fase, que ya debió ser entregada, y tiene un 32 % de avance y se está solicitando el dinero para la segunda fase, teniendo en cuenta que, según indica él la obra tendrá un costo mucho mayor al inicialmente presentado.

“Esta obra en ningún momento en el estudio presentado al Concejo, se indicó que iba a tener un costo tan alto, en 205.000 millones de pesos va a quedar la obra. Había un endeudamiento aprobado y unas vigencias futuras y llega una solicitud para un endeudamiento por 60.000 millones de pesos para esa misma obra”, manifestó.

Al respecto la secretaria de Hacienda de Pereira, Dora Patricia Ospina, reiteró que este proyecto, cuyos desembolsos e inversión fueron aprobados por el Concejo Municipal, requiere solamente 30 mil millones de los 60 mil que solicitaron para endeudamiento y que los demás recursos están desagregados en la vigencia futura que va hasta el año 2025.

Con relación al Malecón del Río Otún, manifestó la secretaria que este es un proyecto tanto de ordenamiento urbanístico como ambiental con el que se busca proteger la principal fuente hídrica de Pereira, y que cumple además un requerimiento legal que les ordena a velar por la vida de quienes habitan en la orilla del río Otún.

“Se ha determinado que definitivamente las personas que están invadiendo estas zonas de riesgo no pueden vivir ahí. Aquí no es solamente un problema urbanístico sino también ambiental, se está trabajando en la protección de las personas”, explicó.

Pese a estas explicaciones, siguen siendo muchas las incertidumbres y dudas que hay alrededor de este nuevo endeudamiento y sobre todo de la necesidad del mismo, pues es importante primero conocer avances relevantes de las primeras fases, para buscar nuevos recursos de los que, según las denuncias, no hay claridad ni garantía de inversión.