Violencia armada ha afectado más de 274.000 personas en Colombia durante 2022
Naciones Unidas advirtió que las afectaciones humanitarias se registran principalmente en Arauca, Vichada, Chocó y Nariño.
Transporte de desplazados en Norte de Santander, fronterizo con Venezuela. Foto: Getty
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reportó que durante enero y febrero del 2022 se agravó la situación humanitaria en Colombia, específicamente en las regiones del pacífico y de la frontera con Venezuela, por las peleas que sostienen grupos armados no estatales (GANE) por controlar los territorios.
Según la OCHA, los GANE siguen “implementando estrategias de control social violento que mantienen a la población civil viviendo bajo el temor y zozobra” a lo que se suma que algunas poblaciones deben afrontar desastres naturales, como fuertes lluvias, deslizamientos e inundaciones.
Los datos de la Oficina indican que al menos 274.000 personas fueron afectadas por hechos de violencia armada (un 621% más en el mismo periodo durante el 2021) como desplazamientos, confinamientos, homicidios selectivos, minas anti personas y paros armados y unas 64.600 personas fueron afectadas por desastres naturales.
Una de las comunidades afectadas son los pueblos indígena Wounaan Nomam, Embera en el Chocó y Awá en Nariño. También hay afectaciones por violencia en el Valle del Cauca, Chocó, Arauca, Vichada y Antioquia y por desastres naturales en Cauca, Meta, Huila, Santander, Norte de Santander, Casanare, Quindío, Risaralda, Caldas y Sucre.
Bajo esta información, la OCHA pidió respetar los derechos humanos de la población, no “perder de vista las emergencias de menor magnitud” en el centro-sur del país dado que son zonas utilizadas como rutas de cultivos ilícitos.
Pese a esos llamados, Naciones Unidas prevé “que durante 2022 la situación humanitaria del país continuará siendo compleja y afectará a las poblaciones más vulnerables del país de cara al periodo electoral, a la fragmentación y/o multiplicación de los GANE y a los rezagos socioeconómicos de la pandemia”.
