Juliana Javierre acude a plagas para contextualizar realidades colombianas
La novela «Plaga», de 137 páginas, es una mirada a la realidad que ha afectado a varias generaciones de colombianos rurales y regionales
La joven escritora pereirana Juliana Javierre es la autora de la novela «Plaga» en la que acude a las metáforas de plagas como las moscas y los sapos para contextualizar los males que han aquejado y siguen afectando muchas regiones de nuestro país.
La historia es vista desde la adolescente Emilia, quien a sus 13 años siente que se tragó una mosca en el preciso momento que abrió la boca para gritar en reclamo de sus derechos. Cada vez que pide respeto termina comprobando que la intentan callar.
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Emilia no tiene la mejor relación con su madre Carmela pero si con la abuela Josefa. La mecedora en que permanece la abuela y su continuo vaivén representa el tiempo que regresa una y otra vez.
Sobre las metáforas las describe como esos males que han afectado por muchos años a regiones colombianas. Sopinga, el pueblo en que ocurren los hechos de la novela, está inspirada en uno de los primeros nombres que tuvo el municipio de La Virginia (Risaralda).
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Juliana Javierre explica que la aparición de la plaga de moscas se relaciona con la llegada de los colonos blancos a Sopinga estableciendo los cultivos de caña. Para controlar a las moscas, el inspector decide traer sapos para que devoren las moscas, pero estos se convierten en otra plaga. Llegan los rapases que desde las alturas vigilan constantemente y representan el poder arrasador del Estado, puntualiza la autora de «Plaga».
Esta novela en torno Emilia, de 137 páginas, tiene que ver con el coartar los derechos humanos y afectar la integridad de los habitantes. La novela aparece bajo el sello de Seix Barral, que en Colombia distribuye Ediciones Planeta.