Lina tiene una buena relación con su suegra, pero no es algo que se haya dado por arte de magia. En este episodio nos cuenta cómo ha aprendido lecciones, soltado cosas y también puesto límites claros.
Pero, ¡suegra es suegra! Y Lina nos cuenta que hay tanta variedad de suegras, como de orquídeas y que aunque cada relación es diferente, hay patrones comunes que nos pueden ayudar a tener una buena relación.
En este espacio analizamos ¿Qué es lo que pasa? Y ¿Qué vamos a hacer al respecto? La idea es que las futuras generaciones sean más sanas, y evitar que después de tanto sufrimiento, nos convirtamos en suegras que van a caer en lo mismo.
¿Por qué esperamos que la suegra sea una súper persona? ¿Será que tenemos unas expectativas muy altas? Lina concluye que tanto sufrimiento de nuestra parte se debe a tres pensamientos que nos imposibilitan tener una sana relación. Ojo, no dijo “buena” dijo “sana.”
La mamá es sagrada y el esposo la debe honrar, pero la mamá no le puede dar lo que tú le das. Lina te dará una lista de cosas para tener en cuenta. Unas aplicarán a tu caso, otras te parecerán que no, pero de a poco vas a mejorar y vas a sentir la diferencia.
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