Los microbios del estómago de las vacas pueden destruir plástico
Estos microbios en los estómagos de las vacas, donde estos microorganismos ayudan a descomponer su dieta de vegetación gruesa.
Los microbios extraídos de los estómagos de las vacas pueden engullir ciertos tipos de plástico, incluido el tereftalato de polietileno (PET) utilizado en las botellas de refrescos, los envases de alimentos y los tejidos sintéticos.
Los científicos descubrieron estos microbios en los estómagos de las vacas, donde estos microorganismos ayudan a descomponer su dieta de vegetación gruesa. Lo hacen digiriendo o fermentando los alimentos consumidos por una vaca u otro rumiante.
Se decantaron por meterse en los estómagos de las vacas porque sospecharon que algunos de los microbios que contienen deben ser capaces de digerir poliésteres, sustancias cuyas moléculas componentes están unidas por los llamados grupos de ésteres.
Esto se debe a que, debido a su dieta herbívora, las vacas consumen un poliéster natural producido por las plantas llamado cutina, explicó la autora del estudio, Doris Ribitsch, científica de la Universidad de Recursos Naturales y Ciencias de la Vida de Viena. Al ser un poliéster sintético, el PET comparte una estructura química similar a esta sustancia natural.
"Cuando los hongos o las bacterias quieren penetrar en frutas, producen enzimas capaces de escindir la cutina", es decir, de dividir los enlaces químicos de la sustancia, explicó Ribitsch a Live Science.
En concreto, una clase de enzimas llamadas cutinasas pueden hidrolizar la cutina, es decir, poner en marcha una reacción química en la que las moléculas de agua descomponen la sustancia. Ribitsch y sus colegas ya habían aislado este tipo de enzimas a partir de microbios y se dieron cuenta de que las vacas podían ser una fuente de bichos similares que comían poliéster.
"Estos animales consumen y degradan mucho material vegetal, por lo que es muy probable que se puedan encontrar estos microbios" viviendo en los estómagos de las vacas. De hecho, en su nuevo estudio, publicado el 2 de julio en la revista Frontiers in Bioengineering and Biotechnology, los investigadores descubrieron que estos microbios podían degradar no solo PET, sino también otros dos plásticos: el tereftalato de adipato de polibutileno (PBAT), utilizado en las bolsas de plástico compostables, y el furanoato de polietileno (PEF), fabricado con materiales renovables de origen vegetal.
Para evaluar la capacidad de comer plástico que tienen estos microbios procedentes del estómago de las vacas, el equipo incubó cada tipo de plástico en el líquido del rumen de vaca durante uno o tres días.
Así pudieron medir los subproductos liberados por los plásticos, para determinar si los bichos degradaban los materiales en sus componentes y en qué medida lo hacían. Mientras que el líquido del rumen fue más eficiente a la hora de descomponer el PEF, los demás tipos de plástico evaluados también fueron degradados, informó el equipo de investigadores.