¿Qué es lo que pasa en el Cauca?
Un panorama de los hechos de orden púbico que han impactado la zona.
En las últimas horas, en tres municipios del Cauca cuyo recorrido entre uno y otro no superan los 75 km, se ha concentrado un difícil panorama de orden público. La explosión de un carro bomba en Corinto, enfrentamientos en Argelia que habría dejado algunos heridos, personas fallecidas y el desplazamiento de varias familias desde el corregimiento de El Plateado hacia el casco urbano del municipio y hostigamientos en Caldono, tienen en alerta a las autoridades.
Sin embargo, la situación no es nueva en la zona, estos son los más recientes episodios de una larga historia de violencia que se ha ensañado contra las tierras, la cultura y la autonomía, sobre todo del pueblo indígena Nasa desde la ocupación española.
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Aunque son muchas las violaciones de derechos humanos en la zona, recordamos el asesinato de 160 personas en 1986, por orden del frente disidente Ricardo Franco de las FARC, acusados de ser informantes del Ejército en la región de Tacueyó.
La masacre del Nilo, perpetrada en 1991 por paramilitares donde 20 indígenas murieron resistiéndose al despojo que realizaban los propietarios de la Hacienda La Emperatriz, en Caloto.
En 2001 el Bloque Calima asesinaron a 20 personas en la región del Naya sindicados de ser aliados de las FARC. Ese mismo año, se produjo la masacre de San Pedro en Santander de Quilichao y en 2002 otra en Gualanday, Corinto.
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Además, en 2020 el Cauca fue el segundo departamento con el mayor número de masacres (14) según Indepaz. En estos hechos 53 personas fueron asesinadas. Los municipios más afectados fueron El Tambo (9), Argelia (8), Santander de Quilichao (7).
En cuanto a líderes sociales, entre 2016 y 2020 en el Norte del Cauca se registró el asesinato de 133 defensores y líderes sociales.
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Los grupos armados han cambiado a lo largo de la historia, la guerrilla de las FARC, los paramilitares y recientemente las disidencias, así como los GAOR, que históricamente se han disputado entre otras cosas, las rutas del narcotráfico, debido a la ubicación geográfica del departamento, que le ha ofrecido a estos grupos ilegales acceso a la carretera panamericana para llegar al mercado nacional y al mar Pacífico, conectando el mercado internacional.
A esto se le suman las innumerables denuncias de las comunidades que viven en condiciones de pobreza, desigualdad, falta de oportunidades, la inoperancia del estado en materia social y las disputas con la Tercera División del Ejército Nacional por la erradicación de los cultivos ilícitos.