Monja pidió que “la maten a ella” y no a manifestantes birmanos
Luego de semanas de rechazo al golpe de estado y enfrentamientos, el acto de la monja católica generó reacciones de apoyo de militares y marchantes.
Durante la jornada de manifestaciones del 1 de febrero al norte de Myanmar, en la ciudad de Myitkyina, se registró la imagen de una religiosa que se arrodilló frente a un grupo de militares pidiendo no recurrir a la violencia y dejar de atacar a los manifestantes.
La monja católica, Ann Rose Un Tawng, declaró que se arrodilló “rogándoles que no dispararan ni torturaran a los niños, pero que me dispararan y mataran a mí en su lugar”.
Las imágenes fueron ampliamente difundidas y generaron el apoyo de militares, manifestantes y de otros religiosos budistas y católicos.
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A pesar de la intervención de la religiosa, horas después la Policía abrió fuego contra los manifestantes, dejando dos personas muertas y varios heridos. Actualmente las manifestaciones continúan y se siguen registrando detenciones y muertes en Myanmar.