Orden Público

Buscando a sus seres queridos en medio de la Conferencia de las Farc

Llegan hasta las selvas del Caquetá, aprovechando la presencia de las Farc, a buscar a sus seres queridos.

Buscando a sus seres queridos en medio de la Conferencia de las Farc

Buscando a sus seres queridos en medio de la Conferencia de las Farc(Colprensa/Archivo)

Le envío un papel escrito a mano una semana atrás: “mamá estoy viva. Soy Haidi”. Concepción García, 52 años se desplomó de la alegría.

Su hija, quien 18 años atrás partió desesperada de su casa por una decepción amorosa, le escribía. Se pusieron cita: El Diamante, vereda de Caquetá, Conferencia Guerrillera de las Farc.

Concepción cogió una camioneta en Mesetas, Meta y llegó este fin de semana hasta las profundidades del Caquetá. Se sentía extraña en medio de decenas de guerrilleros que vestían verde oliva, similares en medio de la multitud. Todo le parecía extraño, incluso verlos sin armamentos.

Alguien- al observarla ansiosa- le ayudó a buscar a su hija. Se encontraron. De primera no fue fácil identificarla. La chica es mayor, tiene rasgos de la guerra en su rostro y habla más fuerte. “Las Farc la volvió dura”, explicó a Caracol Radio la madre.

Heidi la observaba y tímidamente se fue acercando a su mamá. Hubo abrazos, también lágrimas, preguntas. Y empezaron a deambular de un lado hacia otro las dos porque tenían demasiados temas para hablar.

“Estoy contenta porque en tantos años no la han matado. Ahí está, fuerte”, cuenta Concepción, mientras sujeta de sus brazos a su nieta. “Mi hija- creo- ya tiene 36 años, pero la miro adulta, como toda una mujer”.

-¿Quiere volver a tener a su hija?, pregunta Caracol Radio. Claro, responde ella sin dudar. “Yo me la quiero llevar conmigo”, añade.

Pero como rapársela de las manos de las Farc no es fácil, no le queda otro remedio que esperar que pase el plebiscito, que gane el sí y que su hija – si ella lo considera- retorne a sus brazos, al Meta.

“Ella me quiere, busco tenerla conmigo de nuevo en Meta”, cuenta. Y anuncia que si le toca caminar horas para llegar al puesto de votación del 2 de octubre, lo hará. “Quiero que gane la paz”, confiesa.

A su lado cruza Ana Jimena, prima de un guerrillero de las Farc. Dice que lo busca, pero él debe estar ocupado. Es uno de los médicos de mayor confianza del estado mayor de la guerrilla y se codea con el secretariado. Se fugó de su casa hace 30 años y quiere verlo.

“Es la oportunidad de saludarlo, sé que él está muy bien, me lo imagino de edad, maduro, ya tiene como 40 años”.

Las Farc- como nunca antes- autorizaron a los guerrilleros acercarse a sus familias. Por esto, no es descabellado que la guerrilla haya movilizado a sus tropas a las zonas donde están sus parientes.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad