Buscaban cierre de la Contraloría para evitar control fiscal: Morelli

La excontralora Sandra Morelli le salió al paso a los cuestionamientos sobre su responsabilidad en el vencimiento del contrato con la actual sede de la Contraloría General, Morelli dijo que el contrato era de pleno conocimiento del contralor Edgardo Maya Villazón y que en su momento el documento fue revisado y no se le encontraron problemas, por lo que no entiende porque el funcionario ahora dice que hay una cláusula ilegal

La exfuncionaria dijo que el contrato está blindado por el Consejo de Estado y que fue un contrato “Leonino en donde se buscaba el beneficio del Estado, para hacer una inversión a través de la compra de un edificio y no un mero gasto en funcionamiento”

También explicó que desde el primer momento la idea era comprar el edificio y que para ello se buscó a varias entidades financieras,  una del grupo de Luis Carlos Sarmiento Ángulo, ofreció un leasing para la compra del mismo, pero Morelli no tomó la decisión porque había una propuesta de la Superintendencia de Notariado y registro para comprar juntos una sede, incluso expresó que tenía el aval del presidente Juan Manuel Santos para hacer el negocio, pero que un concepto del director de Presupuesto no se lo permitió

Morelli subrayó que el tipo de contrato que ella suscribió es similar al de uno que tiene la esposa de Edgardo Maya Villazón y que los asesores que revisaron el contrato y lo certificaron ahora son los que lo cuestionan

Morelli dijo que desconoce la actuación de Maya Villazón y que esta situación cambió la impresión que tenía de él

  LAS RAZONES DE MORELLILa excontralora Sandra Morelli asegura que el contrato que suscribió buscaba el beneficio del Estado

 1. La principal razón que tuvo Sandra Morelli para suscribir el contrato que hoy a tiene en aprietos legales, fue mejorar el rendimiento de la Contraloría General, pues según ella, la entidad funcionaba en un “Elefante blanco” que por la antigüedad y los daños que presentaba impactaba el trabajo de la entidad. “Hasta le ponían candados a las sillas”, señaló Morelli. 2. La exfuncionaria explicó que acogió la cláusula de permanencia de 10 años en la sede de Gran Estación, porque la firma Proyectos y Desarrollo S.A. con la que suscribió el contrato iba a hacer una inversión en mobiliario y adecuaciones para que la entidad pudiera funcionar y resultaba más elevada la tasa de depreciación que debía pagar la Contraloría en un término de dos años y medio que la permanencia en el edificio por los 10 años que era el tiempo que proyectaban permanecer. 3.Desde un principio Morelli buscó la compra del inmueble pero recibió una propuesta de la Superintendencia de Notariado y Registro para comprar una sede para las dos entidades a través de una alianza público privada, pero dicha alianza costaría un billón de pesos y la construcción de la sede iniciaría hasta 2026. 4. Morelli buscó la financiación para comprar una sede, incluso una de las entidades financieras del grupo  Sarmiento Angulo ofreció un Leasing con el que se pagaba lo mismo que valdría el arriendo durante 15 años, con lo que según la Exfuncionaria, el Estado hacia una inversión para quedarse con la sede en vez de que el dinero fuera a un fondo perdido. A pesar de tener el aval del Presidente Santos para esta alternativa, un concepto negativo del Director de Presupuesto frenó la negociación. 5. El contrato  fue revisado y avalado por varios asesores, incluso fue blindado por el Consejo de Estado, para Morelli esto era una garantía de firmarlo y de la legalidad del mismo, además la exfuncionaria asegura que el contralor Maya Villazón conocía el documento y en su momento no encontró nada irregular.   LAS RAZONES DE MAYA VILLAZÓNEl contralor General, Edgardo Maya Villazón, no prorrogó el contrato con la sede de Gran Estación, porque lo considera ilegal

 1. El primer impedimento que encontró Maya Villazón para prorrogar el contrato de la sede de Gran Estación, fue que el edificio estaba investigado por la Fiscalía porque presuntamente algunos extraditados por el delito de lavado de activos participaron en su construcción, lo que podría derivar en extinción de dominio, embargo o secuestro del edificio. 2. Adicionalmente, el contralor encontró una cláusula en el contrato con la que la entidad tendría que quedarse en el inmueble por 10 años o pagar una penalidad de 30.000 millones de pesos, lo que a juicio del funcionario es ilógico ya que el contrato se firmó por dos años y medio. 3. La otra situación es que al salir del edificio, la Contraloría debía entregar el inmueble en obra gris, lo que significa retirar ventanas, paredes y puertas, que es muy complejo en el término que tienen para abandonar el edificio. 4. La posibilidad de generar  detrimento patrimonial, quedándose en esa sede es otra de las razones del contralor para no prorrogar el contrato con el edificio de Gran Estación, Maya dijo que permanecer en la sede es incumplir con las obligaciones contractuales y exponerse a un juicio fiscal y disciplinario. 5. El contralor considera que no puede seguir pagando un arriendo tan alto cuando ese dinero podría invertirlo en la compra de una nueva sede. 6. Maya sin embargo buscó en varias oportunidades a la Firma Proyectos y Desarrollo S.A, dueños del edificio, para buscar una solución a la crisis, pero la condición de los empresarios era prorrogar el contrato bajo las mismas condiciones, lo que no aceptó el contralor. 7. Aunque Maya afirma que desde que se posesionó en Septiembre inició acciones para alertar sobre el vencimiento del contrato, hasta el mes de Diciembre dio el ultimátum de lo que pasaría con la sede y sólo hasta el mismo día en que tuvieron que abandonar la sede, decretó la urgencia manifiesta para tomar medidas extraordinarias frente a la crisis de la entidad.