Violencia entre parejas puede causar depresión posparto

El estudio titulado “Cuidado para la salud materna perinatal”, estableció que la violencia contra las mujeres agudiza la depresión posparto. Al tomar una muestra de 81 mujeres, la magíster en Enfermería Edna Janneth Ramírez Bonilla estableció que el 54% de ellas fue maltratada sin abuso físico y el 17% con este tipo de abuso por parte de su pareja. Además, encontró que el 33% presentó sintomatología depresiva en el posparto, siendo la fragilidad emocional, la ansiedad e inseguridad y la confusión mental las dimensiones más afectadas. Para llegar a estas conclusiones, Ramírez utilizó un instrumento de medición conocido como coeficiente de correlación de Spearman. Este se emplea cuando se desea establecer si hay algo en común entre dos variables de un mismo fenómeno. La investigación se desarrolló durante los meses de octubre a diciembre del año 2011 y se acudió a un método cuantitativo para determinar la asociación entre dos variables: la violencia de pareja y la depresión posparto en un grupo de puérperas (las que se encuentran en el periodo posterior al alumbramiento). Algunos de los criterios de inclusión de las pacientes fueron que ninguna tuviera patologías asociadas al posparto, que fueran mayores de edad y que fueran primerizas. En la distribución por edad de las 81 participantes encuestadas, el 55% se encontraba entre los 18 y los 22 años (datos comparables a los entregados por Profamilia en el año 2010, que indican una edad promedio de las mujeres de 21,6 años en el momento del nacimiento de su primer hijo). Un 25% correspondió a madres entre los 23 y los 27 años, un 14%, entre los 28 y 32 años y un 5%, entre los 33 y 37 años. Los datos obtenidos guardan similitud con los reportados por Instituto Nacional de Medicina Legal: las mujeres con edades entre los 20 y los 29 años son el grupo en el que más se presenta este tipo de violencia y que más la denuncia. Esto tiene efectos emocionales muy variados en ellas. Según el estudio, el 32% de las participantes presentó labilidad (fragilidad) emocional; el 24%, ansiedad e inseguridad; el 17%, confusión mental; el 11%, trastornos del sueño y de la alimentación; el 9%, pérdida de sí misma; el 6%, sentimientos de culpa y vergüenza; y el 1%, ideas suicidas. “Podemos observar que existe una correlación entre el total de la violencia y el total de la depresión: a mayor puntaje de la primera, mayor tendencia a incrementar el de la segunda. Esto quiere decir que, a mayor violencia de pareja, es más probable la aparición de depresión posparto”, explica Edna Janneth Ramírez, que contó con el apoyo investigativo de la profesora Myriam Patricia Pardo Torres, doctora en Enfermería de la UN. Con respecto al número de casos identificados, que corresponden al 54% de las participantes, se encuentran diferencias marcadas con otros países. Se hallan cifras similares a las reportadas en publicaciones hechas en Perú (51%), Chile (50%), Bolivia (67%) y España (66%), pero superiores a las encontradas en Argentina (44%), Estados Unidos (23%) y Londres (23%). Se observa que el embarazo no constituye un factor que proteja a la mujer de la violencia de pareja. Por el contrario, aumenta su tensión. Los datos presentados en esta investigación confirman lo descrito en otros estudios