La inseguridad, primera preocupación de Colombia
¿Qué hay detrás del aumento de la violencia y de la percepción de inseguridad?
No hay día en que los colombianos no sean testigos en la calle, en los medios de comunicación y en las redes sociales de todo tipo de actos de violencia. Atracos, asaltos a manos armada, homicidios a sangre fría, primeras líneas cometiendo actos vandálico o de terrorismo, están a la orden del día.
En las dos últimas encuestas que acaban de salir se refleja la enorme preocupación de los colombianos frente a este deterioro de la seguridad.
En la encuesta de Invamer, el 96% considera que la inseguridad ha empeorado y en la encuesta de Pulso País de la W, el 73% piensa lo mismo. En esta última, ante la pregunta: ¿usted piensa que la firma de la paz con las Farc trajo la paz? El 73% contestó que no. En enero, el 71% pensaba que sí. En sólo siete meses se invirtió la percepción.
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Pero no es sólo un tema de encuestas y percepción. Las cifras de Medicina Legal revelan que los homicidios este año aumentaron 27% frente a 2020 (año atípico por la pandemia). Y 10% frente 2019.
¿Qué explica este aumento en la violencia y la inseguridad? En primer lugar, el aumento de las armas de fuego en los delitos. Según un informe de la Personería Distrital de Bogotá, los homicidios cometidos con arma de fuego aumentaron en un 10% en dos años.
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Y si vamos a los hurtos, la situación es dramática. El hurto a personas, bicicletas y celulares con armas de fuego se ha triplicado en los últimos 2 años. Sólo este año, el hurto a personas con arma de fuego se duplicó entre enero y abril, según la Personería. Y en ese mismo período el hurto a celulares aumentó un 7% y es muy probable que entre abril y agosto se haya deteriorado aún más pues habría que sumarle el media y medio de paros y bloqueos.
Un segundo factor es la impunidad. Muchos de estos delitos los cometen bandas y estructuras criminales organizadas cuyos miembros son capturados por la policía pero son rápidamente liberados por los jueces. Ocho de cada 10 capturados son liberados por distintas razones.
Un tercer factor son los altos índices de desempleo y la falta de oportunidades. A pesar de que la reactivación de la economía va viento en popa, la recuperación del empleo va muy lenta. En Cali, por ejemplo, el desempleo es de 20% y en Bogotá del 17 %, donde los jóvenes entre 15 y 25 años son los más afectados.
A este cuadro habría que sumarle el aumento en la producción de droga, las disputas por los corredores entre disidencias y bandas criminales, que son los principales responsables de los asesinatos de líderes sociales y del desplazamiento de más de 15.000 personas este año.
Y finalmente, se percibe una deshumanización de la criminalidad, donde la vida que día vale menos.
