Olga, la mujer que camina kilómetros con su hijo a cuestas
La historia de la mujer que baja todos los días por las empinadas calles de los cerros orientales, cargando a su hijo de 13 años.
Es temprano en la mañana, los gallos cantan en la parte alta de la localidad de Chapinero en el oriente bogotano, allí las casas de lujo y grandes apartamentos se conjugan con humildes viviendas que se levantan con algunos ladrillos y tejas provisionales. De una de estas viviendas sale Olga Lucia Diaz con sus dos hijos rumbo al colegio.
En la mañana, la imagen normal es la de una familia sale de su casa, a no ser por un ingrediente bastante particular, Olga Lucía lleva cargado a su hijo de 13 años.
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Erik Santiago es un niño que tiene una parálisis cerebral espástica que afectó toda su movilidad y por esa razón Olga, con sus escasos 155 centímetros de estatura, debe llevar a su hijo a cuestas, bajarlo desde su casa en la carrera 4ª este con calle 45 D, en una calle conocida como “la última”, y como puede bajarlo por las empinadas calles hasta llegar a un punto en el que pueden tomar un transporte.
El recorrido en principio no era difícil, Erick Santiago era un niño pequeño. El tiempo pasa y ahora el niño es casi tan alto como su mamá, pesa bastante y no puede valerse por si mismo.
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La valiente mujer trabaja vendiendo artesanías en un sector ubicado en otra localidad de la ciudad. Está en la calle 53 con carrera 19; ese es el destino final de ella y sus dos hijos, allí Erik Santiago se puede sentar en la silla de ruedas que le regaló la Alcaldía de la localidad de Chapinero (su EPS nunca se la dio) y descansar antes de irse al colegio con su hermano Samuel.
Olga Lucía es el ejemplo de una mujer valiente, fuerte y convencida que lucha sola (es casada y su esposo no le ayuda) para sacar adelante a sus hijos. Los dolores de espalda, las largas jornadas y las lágrimas se ven recompensadas con la sonrisa de sus hijos y con la posibilidad de seguir adelante.