"<strong>Éramos cultivadores de cítricos</strong>, pero ya se nos acabó y ahora estamos sembrando pan coger", son las palabras del <strong>cultivador Pedro Borrero</strong>, quien ha sido testigo de como la enfermedad del <strong>HLB, conocida también como 'Dragón amarillo'</strong>, se llevó años de esfuerzo y entrega.<strong>Le puede interesar:</strong>Añade que han tenido que aprender a <strong>sembrar frijoles, maíz y ají</strong>, "estamos en la vereda <strong>La Mira, en el corregimiento de Sevillano</strong> en el municipio de <strong>Ciénaga, Magdalena.</strong> No tenemos una administración que nos apoye".Por su parte, <strong>Guillermo Polo</strong>, secretario de la <strong>Cooperativa de Pequeños Cultivadores de Citricos de la Región</strong>, añadió que esta problemática la han escalado a todas las autoridades y <strong>no han encontrado apoyo para salir adelante.</strong><strong>Le puede interesar:</strong>"Vemos que en el <strong>Atlántico</strong> los cultivadores de cítricos han contado con el apoyo de la <strong>Gobernación</strong> de este departamento, pero <strong>no sucede así en el Magdalena</strong>, aquí nadie lo hace", dijo Guillermo Polo.