Un año después de la masacre del 9 y 10 de septiembre en Bogotá
El asesinato de Javier Ordoñez a manos de dos policías desató la rabia e indignación por parte de los ciudadanos y la brutalidad policial
La muerte de Javier Ordóñez aquel martes 8 de septiembre a manos de dos policías, paradójicamente un día antes de celebrarse el Día Nacional de los Derechos Humanos, desató la rabia e indignación de las personas y la brutalidad policial.
En más de 10 horas de protestas fueron asesinadas 13 personas, hubo 305 heridos 72 CAI vandalizados.
El 10 de septiembre, muy temprano la alcaldesa Claudia López aseguró que nunca dieron la orden para usar armas de fuego de esa manera.
"Uno no tiene 58 heridos en una noche por trifulca, sino por el uso indiscriminado de armas de fuego por parte de miembros de la policía Nacional.. fue un atenta directo a ciudadanos inermes... si nadie le dio ordenes a la policía de utilizar armas de fuego y mucho menos de atentar contra la ciudadanía ¿por qué lo hicieron? ¿ qué clase de entrenamiento reciben?", dijo en su momento la alcaldesa.
Las víctimas mortales de aquella noche de horror fueron:
Angie Paola Baquero de 29 años, era estudiante del Sena en la noche del 9 de septiembre estaba saliendo de su trabajo cuando vio la manifestación en el CAI La Gaitana. En ese momento, los policías empiezan a disparar indiscriminadamente y fue herida en el abdomen.
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Cristian Hernández de 26 años, era domiciliario vivía en el Verbenal y estaba trabajando, unos agentes lo abordaron y en hechos confusos lo tiraron al suelo, su padre salió corriendo y lo encontró en el suelo con un disparo en la cabeza cerca del ojo.
Andrés Felipe Rodríguez de 23 años, al salir del trabajo se encontró con un amigo cerca del CAI Verbenal. Empezaron a sonar disparos, su amigo se tiró al suelo y cuando miró buscando a Andrés lo encontró en el piso sangrando.
Germán Puentes, 25 años, al llegar a casa el 9 de septiembre sufrió un disparo en la cara.
Julián Mauricio González 27 años, en circunstancias por esclarecer, hombres civiles armados que se encontraban protegiendo el CAI Timiza empiezan a disparar y lesionan a Julián en el abdomen, posterior a esto muere en un hospital.
Jaider Fonseca 17 años, se encontraba fuera de su casa con unos amigos, participando pacíficamente de las protestas, la policía empezó a disparar Jaider trató de protegerse con una puerta pensando que eran balas de goma, pero recibió cuatro impactos de bala.
Freddy Mahecha tenía 24 años, salió a observar lo que estaba ocurriendo en la calle cuando llegaron motorizados y empezaron a disparar indiscriminadamente.
Julieth Ramírez 18 años, una bala perdida la impactó a pocos metros del CAI La Gaitana.
La señora María del Carmen Viuvche de 62 años, esa noche se bajó del SITP en la 139 con Cali, tenía un desgaste de rodilla y cadera, utilizaba bastón, no tenía la habilidad para esquivar el bus que robaron los delincuentes y luego de ser atropellada la despojaron de sus documentos.
Después esos días Bogotá no volvió hacer la misma y lo que esperan las familias de estas víctimas y los manifestantes es que estos hechos nunca vuelvan a ocurrir y que tampoco queden en la impunidad.