Artesanos mantienen viva la tradición del Sombrero Vueltiao

A 78 kilometros de Montería en el departamento de Córdoba, está Tuchín, el municipio donde se elabora el sombrero vueltiao, símbolo de la cultura colombiana.

Cultivar la caña flecha, seleccionar la palma fina, cortarla, tinturarla, dejarla secar, ponerla bajo fogón y empezar el proceso de trenzado para ir cosiendo poco a poco el sombrero, es un proceso riguroso que toma tiempo y dedicación por parte de los artesanos índigenas.

Jhon Espitia, artesano heredero de la tradición ha dedicado prácticamente su vida a las artesanías, especialmente a la elaboración de sombreros vueltiaos, una labor que aprendió desde muy joven y que hoy transmite a los suyos.

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"Ahora con esto de la pandemia se ha bajado el precio del sombrero, se puede vender hasta en $60 mil y la gente del campo tiene la necesidad de venderlo a esos precios", explica Espitia, quien reconoce que la labor alcanza escasamente para subsistir.

Para Espitia, es necesario que las personas aprendan a valorar la labor de los artesanos, que trabajan durante largas jornadas.

Sol María, una mujer de 55 años, dice que las mujeres son las que en su mayoría dedican tiempo a las artesanías, tejiendo hasta más de ocho horas diarias.

"Por aquí no hay más nada que hacer, tenemos que trenzar, llevarlo al mercado y a veces lo que nos ofrecen solamente son $20 mil pesos, pero toca venderlo porque de ahí conseguimos la comida para nuestros hijos", asegura.

La pandemia, sin duda los ha afectado, pero han buscado la forma de no parar la producción, con tal de garantizar la sostenibilidad de sus hogares.