Alerta hospitalaria baja de naranja a amarilla en Barranquilla
Cirugías de patologías distintas al COVID-19 serán reprogramadas
Las autoridades en Barranquilla anunciaron que la emergencia hospitalaria por causa del COVID-19 bajó de naranja a amarilla. La alerta naranja se había decretado el pasado 15 de junio cuando la ciudad tenía una ocupación del 90% de las camas UCI. Hoy la ciudad cuenta con 644 camas de unidades de cuidados operativas.
Asimismo, el índice que maneja el centro regulador de urgencias y emergencias del distrito para requerimientos de UCI está entre 1 y 3 pacientes, mientras que para finales de mayo, junio y julio durante la alerta naranja eran de 37 diarias.
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Este jueves 30 de julio, Barranquilla tuvo una ocupación histórica de 52% de camas UCI, derivada de una alta capacidad instalada y una disminución progresiva en los usos de pacientes confirmados o sospechosos de COVID-19, lo que permite que el sistema hospitalario opere bajo alerta amarilla y así liberar unidades de cuidados intensivos para atender otras patologías.
"Hubo otros indicadores para tomar esta decisión por ejemplo el fortalecimiento de los servicios de salud y nuevas condiciones hospitalarias, los indicadores de los municipios del área metropolitana también están descendiendo y sostuvo que la ocupación histórica de UCI de Barranquilla es del 85% y hasta allá vamos a volver porque hay tratamientos no urgentes que están aplazados", señaló el alcalde.
La alcaldía anunció que se mantendrá la estrategia +60 Baq
Para mantener esta estrategia para proteger a los adultos mayores y seguir salvando vidas, hoy las 11 EPS que funcionan en Barranquilla y MiRed, la IPS que opera la red de salud pública distrital, suscribieron un acta de compromiso que garantiza la extensión del programa de manera indefinida en toda la ciudad.
La emergencia puso a prueba el sistema de salud y el Distrito decidió trabajar de la mano con el sector privado y las EPS, y por su intermedio con las 43 IPS de la ciudad, para buscar, tratar y proteger a sus adultos mayores. Sin perjuicio de la vigilancia y los controles que se ejercen sobre esas entidades, se sumaron los aportes que cada una podía hacer.
Adicionalmente a la estrategia +60, el Distrito está concentrado actualmente en comorbilidades como obesidad, hipertensión, insuficiencia renal y enfermedades respiratorias.
“Estamos arropando a los sectores más vulnerables, con asistencia social y económica, para lo cual analizamos las ayudas del Gobierno nacional y las que provee el Distrito. Queremos blindar a la ciudad para que no haya rebrotes ni nuevas olas de contagio. Ahora, más que nunca, Barranquilla no baja la guardia”, afirmó el alcalde Jaime Pumarejo.