El destino turístico que lo puede volver a la vida

Pereira

El flautista, un ave con un canto maravilloso, acompaña el recorrido por uno de los sitios mejor conservados del país: la cuenca alta del Río Otún.

Y como el de Hamelin, ese flautista endulza e hipnotiza con su belleza y no para sacar sino para entrar en un cuento de hadas hecho realidad en el que se respira, se ve, se siente, se escucha y se prueba la vida.

Esto es lo que consigue hacer sentir el Santuario Natural de Flora y Fauna Otún Quimbaya, un tesoro de los pereiranos que no está escondido sino a solo 50 minutos que se demora el recorrido entre el centro de Pereira y Yarumo Blanco, una asociación comunitaria integrada por varios de los habitantes del corregimiento de La Florida, que está encargada del manejo y protección del bosque que da vida al río Otún, el que surte de agua a más 800 mil personas.

En Otún Quimbaya hay cinco probabilidades de caminatas guiadas, rutas de bejucos, de yarumos, del río o de monos aulladores. Y la de la cascada Frailes. Una de las maravillas inexplicables e indescriptibles, que tiene este sitio que no es sólo turístico, sino por encima de todo, fundamental para la vida del Eje Cafetero.

Es una selva que fabrica agua, en la que habitan más de la mitad de las aves que se pueden ver en Colombia, donde vive la Danta, el Mono aullador y el Puma entre varias otras especies.

Se camina en tapetes de hojas, se ve el agua nacer y una sinfonía de aves acompaña el camino, pero como si la belleza no fuera suficiente, coloridas o transparentes mariposas adornan cada árbol, hábiles colibríes cada flor, verdes musgos brotan agua y se ven hasta las pisadas que hacen entender el rastro de los animales protegidos y en vía de extinción.

Todo esto es la cuenca del Río Otún, la catalogada por organismos nacionales como la mejor conservada del país, esta que la Carder y Aguas y Aguas han trabajado desde hace muchos años por mantener. Es la cuenca que ahora la asociación de habitantes de La Florida, expertos, estudiosos, gomosos, apasionados y conscientes de su papel, están cuidando y conservando.

Cuesta 4000 pesos el ingreso al parque natural, 60 mil pesos el guía para un grupo de 10 personas.

Si va en carro, no vale el parqueadero. Si va en chiva, la puede tomar a las 7:00, 9:00 y 11:00 de la mañana en la Plaza Cívica Ciudad Victoria de Pereira y le cuesta solo 5500 pesos para dejarlo en la puerta de la Reserva.

Allá debe ir sin mascotas, sin malas costumbres como la de tirar la basura al piso o arrancar las matas porque le parecen bonitas y sin intención de hacer paseo de olla.

En cambio debe ir dispuesto a vivir una experiencia que no va a olvidar nunca.