Actualidad

Lupa Regional

El ñame, ese tubérculo con forma de meteorito que parece haber sido inventado por los dioses

Orlando Oliveros critica al Gobierno Nacional por el poco apoyo a los campesinos de los Montes de María

Las maravillas del ñame

Las maravillas del ñame

04:58

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://caracol.com.co/embed/audio/509/097RD130000000575477/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Cartagena de Indias

Hace muchos siglos, en una Europa poseída por el misterio, varios filósofos, metafísicos y alquimistas intentaron desesperadamente llevar a cabo la fórmula secreta de la Piedra Filosofal. Con ello pretendían convertir metales vulgares como el hierro y el plomo en filamentos espontáneos de oro puro; otros, como Paracelso, trataron de procesar el Elixir de la Vida, una sustancia que garantizaría la inmortalidad y las propiedades divinas del ser.

Sin embargo, pese a sus grandes esfuerzos, el tiempo demostró que ninguno de ellos obtendría la Piedra. La buscaban en los minerales del subsuelo pero no en los tubérculos de la naturaleza. Y la triste verdad de su fracaso fue que alcanzaron a ensayar todas las emulsiones y medicinas de su época sin llegar a conocer el ñame que se produce en los Montes de María.

Por esa razón, ni Roger Bacon, ni Avicena, ni Nicolás Flamel, ni esos macondianos sabios alquimistas de Macedonia, intuyeron que la auténtica Piedra Filosofal residía en el ñame colombiano. Sin tantos alambiques y tubos de ensayo, los campesinos transmutaron este tubérculo salido del corazón de la tierra en una fuente infinita de platillos y recetas médicas, espantando el hambre y la mala vida con un elixir de nutrición.

El ñame fue el acompañante fiel de los montemarianos en los momentos más duros del conflicto armado entre paramilitares, guerrillas y el Ejército Nacional. El ñame fue esa piedra vegetal que descansaba en sacos y alacenas a la espera del desayuno, el almuerzo, los antojos de medias tardes o la cena.

Si la Piedra Filosofal implica la prolongación de la vida, entonces el ñame no está muy lejos de aquello. De acuerdo con un estudio del año 2012 realizado por investigadores del Departamento de Genética y Mejoramiento Vegetal del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (Cuba), el ñame es una excelente fuente de carbohidratos, sales minerales como el calcio, el hierro y el fósforo, vitaminas como la A, C, B1 y B5, y cantidades considerables de proteínas, calorías y almidón.

Cuando estas características científicas se combinan con el imaginario médico de los campesinos de los Montes de María, se obtiene el conocimiento por el cual el ñame sirve para combatir la artritis, controlar la menopausia, evitar el estreñimiento, fortalecer los huesos y reducir calambres.

Hoy, por una extraña proliferación de la naturaleza, la cosecha de ñame ha rebasado todas las expectativas, alcanzando cantidades inverosímiles de producción. Esto sería una fantástica noticia de no ser por el hecho de que los campesinos de estas zonas del país no poseen las suficientes alianzas estratégicas con el sector agroindustrial como para comercializar tanto ñame. Por consecuencia, el ñame se está abultando en los patios de las casas, sin poder venderse. La culpa de esto no la tienen los campesinos, que cultivan con una sabiduría excepcional, sino las autoridades gubernamentales (como por ejemplo, el Ministerio de Agricultura) que no han sido capaces de incorporar los Montes de María a las dinámicas comerciales del país.

Como una estrategia inmediata, la Gobernación de Bolívar ha convocado este jueves a un #Ñametón en el Parque Espíritu del Manglar, de 7:00 am a 7:00 pm. Por supuesto que este evento no es una solución verdadera, pero sí constituye una alternativa a corto plazo con la cual estoy de acuerdo. Ya veremos qué políticas agroindustriales se formulan para el desarrollo económico de los Montes de María.

Por el momento, invito a que todos los ciudadanos sigamos comprando y comiendo ñame, porque esa es nuestra piedra filosofal en Colombia, capacitada para transmutarse de un fruto de la tierra a motes de queso, ensaladas, dulces, salsas, arepas y, sobre todo, capaz de convertir el plomo de la guerra en la esperanza de un futuro más próspero y tranquilo.

El siguiente artículo se está cargando

Escucha la radioen directo

Caracol Radio
Directo

Tu contenido empezará después de la publicidad

Programación

Ciudades

Elige una ciudad

Compartir

Más acciones

Suscríbete

Tu contenido empezará después de la publicidad