🔴 Día 8 Novena de Aguinaldos 2025: Orden, oración al Niño Jesús, Oración para todos los días y PDF
Con la Nochebuena a la vuelta de la esquina, la novena de Navidad va preparando la llegada del Niño Jesús con el penúltimo día de oraciones.

🔴 Día 8 Novena de Aguinaldos 2025: Orden, oración al Niño Jesús, Oración para todos los días y PDF. Getty Images / Hispanolistic
A tan solo un día de la llegada de la Navidad, este martes 23 de diciembre se reza el octavo día de la mano de las familias y congregaciones que se reúnen a compartir la fe y la alegría, en época decembrina.
Como es tradición, la novena incluye seis momentos fundamentales para orar y expresar agradecimiento. Estos son la oración para todos los días, la de la Santísima Virgen, San José, al Niño Jesús, los gozos y las consideraciones.
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Además de ello, al tratarse del día antes de la noche de Navidad, muchas familias se preparan para jugar los tradicionales aguinaldos o simplemente compartir un regalo especial con sus seres queridos, por lo que las compras de último momento están a la orden del día.
A continuación compartimos la lectura oficial para el octavo día de la novena de Navidad, para este martes, 23 de diciembre:
Orden correcto de la Novena de Aguinaldos este 2025
- Oración para todos los días
- Consideración para el Día octavo de la Novena de Aguinaldos.
- Gozos al Niño Jesús
- Oración a la Virgen María
- Oración a San José
- Oración al Niño Jesús
- Se canta un villancico de Navidad. Hay muchas opciones entre los villancicos más tradicionales que acompañan a las novenas colombianas.
Novena de Navidad día 8 HOY 23 de diciembre
Oración para todos los días
Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amasteis a los hombres, que les disteis en vuestro hijo la prenda de vuestro amor, para que hecho hombre en las entrañas de una Virgen naciese en un pesebre para nuestra salud y remedio; yo, en nombre de todos los mortales, os doy infinitas gracias por tan soberano beneficio.
En retorno de él os ofrezco la pobreza, humildad y demás virtudes de vuestro hijo humanado, suplicándoos por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongáis nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido, con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén
(Rezar 3 Ave Marías)
Consideración Día Octavo de la Novena de Aguinaldos
Llegan a Belén, José y María buscando hospedaje en las posadas, pero no encuentran, ya por hallarse todas ocupadas, ya porque se les desecha a causa de su pobreza. Pero nada puede turbar la paz interior de los que están fijos en Dios.
Si José experimentaba tristeza cuando era rechazado de casa en casa porque pensaba en María y en el Niño, sonreía también con santa tranquilidad cuando fijaba la mirada en su casta esposa. El niño aún no nacido se regocijaba de aquellas negativas que eran el preludio de sus humillaciones venideras.
El ruido de cada puerta que se cerraba ante ellos era una dulce melodía para sus oídos. Eso era lo que había venido a buscar. El deseo de esas humillaciones era lo que había contribuido a hacerle tomar forma humana. ¡Oh, Divino Niño de Belén!, estos días que tantos han pasado en fiestas y diversiones o descansando muellemente en cómodas y ricas mansiones, han sido para tus padres de fatiga y vejaciones de toda clase.
¡Ay!, el espíritu de Belén es el de un mundo que ha olvidado a Dios. ¡Cuántas veces no ha sido también el nuestro!
Se pone el sol el 24 de diciembre detrás de los tejados de Belén y sus últimos rayos doran la cima de las rocas escarpadas que lo rodean. Hombres groseros codean rudamente al Señor en las calles de aquella aldea oriental y cierran sus puertas al ver a su Madre. La bóveda de los cielos aparece purpurina por encima de aquellas colinas frecuentadas por los pastores. Las estrellas van apareciendo unas tras otras.
Algunas horas más y aparecerá el Verbo Eterno.
Oración a la Santísima Virgen
Soberana María que por vuestras grandes virtudes y especialmente por vuestra humildad, merecisteis que todo un Dios os escogiese por madre suya, os suplico que vos misma preparéis y dispongáis mi alma y la de todos los que en este tiempo hiciesen esta novena, para el nacimiento espiritual de vuestro adorado hijo.
¡Oh dulcísima madre!, comunicadme algo del profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardasteis vos, para que nos hagáis menos indignos de verle, amarle y adorarle por toda la eternidad.
(Se rezan tres Ave María)
Oración a San José
¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús! Infinitas gracias doy a Dios porque os escogió para tan soberanos misterios y os adornó con todos los dones proporcionados a tan excelente grandeza.
Os ruego, por el amor que tuvisteis al Divino Niño, me abracéis en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramentalmente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo.
(Se reza un Padre nuestro, un Ave maría y un Gloria)
Gozos de la Novena de Aguinaldos
- ¡Oh, ¡Sapiencia suma del Dios soberano, que a infantil alcance te rebajas sacro! ¡Oh, ¡Divino Niño, ven para enseñarnos la prudencia que hace verdaderos sabios!
- ¡Oh, Adonai potente que Moisés hablando, de Israel al pueblo diste los mandatos! ¡Ah, ven prontamente para rescatarnos, y que un niño débil muestre fuerte el brazo!
- ¡Oh, raíz sagrada de José que en lo alto presenta al orbe tu fragante nardo! Dulcísimo Niño que has sido llamado Lirio de los valles, Bella flor del campo. ¡Ven a nuestras almas, Ven no tardes tanto!
- ¡Llave de David que abre al desterrado las cerradas puertas de regio palacio! ¡Sácanos. ¡Oh Niño, con tu blanca mano, de la cárcel triste que labró el pecado!
- ¡Oh, lumbre de Oriente, sol de eternos rayos, que entre las tinieblas tu esplendor veamos! Niño tan precioso, dicha del cristiano, luzca la sonrisa de tus dulces labios.
- ¡Espejo sin mancha, santo de los santos, sin igual imagen del Dios soberano! ¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y en forma de niño, da al mísero amparo.
- ¡Rey de las naciones, Emmanuel preclaro, De Israel anhelo Pastor del rebaño! ¡Niño que apacientas con suave cayado ya la oveja arisca, ya el cordero manso!
- ¡Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo! ¡Ven hermoso Niño, ven Dios humanado! ¡Luce, Dios estrella! ¡Brota, flor del campo!
- ¡Ven, que ya María previene sus brazos, do sus niños vean, en tiempo cercano! ¡Ven, que ya José, con anhelo sacro, se dispone a hacerse de tu amor sagrario!
- ¡Del débil auxilio, del doliente amparo, consuelo del triste, luz del desterrado! ¡Vida de mi vida, mi dueño adorado, mi constante amigo, mi divino hermano!
- ¡Ven ante mis ojos, de ti enamorados! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya tus manos! ¡Prosternado en tierra, te tiendo los brazos, y aún más que mis frases, te dice mi llanto!
- ¡Ven Salvador nuestro por quien suspiramos. ¡Ven a nuestras almas, Ven no tardes tanto!
Oración al Niño Jesús
Acordaos, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijisteis a la venerable Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos vuestros devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre humanidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado”.
Llenos de confianza en vos, ¡oh Jesús!, que sois la misma verdad, venimos a exponeros toda nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos de vuestra infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto.
Nos entregamos a vos, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que en virtud de vuestra divina promesa, acogeréis y despacharéis favorablemente nuestra súplica. Amén.



