Ricardo Silva presenta ‘Mural’, libro sobre las historias de la toma del Palacio de Justicia
Ricardo Silva dio a conocer una obra que reconstruye la tragedia desde múltiples puntos de vista.

Ricardo Silva presenta ‘Mural’, libro sobre las historias de la toma del Palacio de Justicia
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Ricardo Silva y su libro de la toma del Palacio de Justicia, Mural
A casi cuatro décadas de uno de los episodios más trágicos y convulsos de la historia reciente de Colombia, el escritor Ricardo Silva Romero se sumerge en las profundidades de aquella herida abierta con su nueva y conmovedora obra: ‘Mural’. La novela, publicada bajo el sello de Penguin Random House, no es una crónica convencional, sino un vasto y polifónico “mural” literario que busca comprender lo incomprensible: el holocausto del Palacio de Justicia en noviembre de 1985.
En una entrevista con 6AM de Caracol Radio, Silva Romero reveló las motivaciones íntimas y el exhaustivo proceso creativo detrás de esta obra que ya se posiciona como un texto imprescindible para entender la tragedia. “Gente muy cercana me estaba diciendo todo el tiempo que lo hiciera”, confesó el autor, señalando que el tema lo ha perseguido toda la vida, no solo como ciudadano, sino desde una conexión personal y visceral.
La mirada de un niño en los pasillos del poder
La relación de Silva Romero con el Palacio de Justicia no es la de un investigador ajeno, sino la de quien lo recorrió en su infancia. “Yo desde niño iba al Palacio de Justicia porque mi mamá trabajaba allí, era abogada, asistente del Consejo de Estado”, recordó. “Jugaba a carritos en los pasillos”. Entre esas memorias lúdicas emergen figuras que luego se convertirían en víctimas de la tragedia, como el consejero Enrique Low Murtra, quien, según relata el autor, “me ayudaba a jugar con los carritos… se arrodillaba conmigo y me organizaba. Era muy… y tenía buenas ideas, me parece”.
Este vínculo emocional le da a ‘Mural’ una textura única. Escribir sobre personas como Murtra o el consejero Humberto Mora, quien era “muy de la casa”, resulta “entre doloroso y alegre”, pues si bien algunos sobrevivieron a la toma, sus destinos posteriores estuvieron marcados por la violencia. “Sobre todo que Lou se salva del palacio, pero uno sabe que luego va a ser asesinado. Entonces creo que ellos dos son especialmente cercanos”, afirmó Silva.
Los protagonistas de la tragedia: una reevaluación
La novela se atreve a presentar perspectivas refrescantes y bien fundamentadas sobre las figuras clave del drama:
- Belisario Betancur: Frente a la versión popular de un presidente vacilante, Silva Romero lo retrata como un hombre firme. “Yo creo que sale bien librado, pero sale como un hombre que sabía qué estaba haciendo… él estuvo muy comando la situación”. El autor sugiere que Betancur actuó con la convicción de hacer lo mejor para el país, basado en “razones de Estado” que, en el calor del momento, primaron sobre los ruegos desesperados.
- Las Fuerzas Armadas: Sobre el comando militar, la evaluación es más crítica. Silva describe “un desastre táctico”, donde una decisión inicial de recuperar el edificio derivó en un “enredo total” debido a la falta de comunicación entre las múltiples unidades desplegadas, desde el DAS hasta la Guardia Presidencial.
- El M-19: Para Silva, el relato a menudo romantizado del M-19 encuentra en ‘Mural’ un contundente desmentido. “Me parece que es un delirio absoluto… el libro en general [es] como una alegoría contra el fanatismo”. La obra presenta al grupo guerrillero como el detonante de la pesadilla, una fuerza movida por un fanatismo que llevó a la “barbaridad”.
Un homenaje a las víctimas, un legado para la memoria
Uno de los pasajes más conmovedores del libro recrea los últimos momentos de normalidad del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía. Silva Romero narra cómo Reyes Echandía caminó desde el Externado hasta el Palacio, un trayecto de 13 minutos, tras una breve despedida de su hijo, Yesid Reyes, a través de un ventanal. “Es una imagen de las que me encontré mientras estaba escribiendo”, reveló el autor, destacando el profundo impacto emocional que tiene rescatar estos detalles humanos, que representan la “decencia” y el valor de una generación de servidores públicos que fue brutalmente segada.
‘Mural’ es, en última instancia, un acto de memoria. Silva Romero expresó su aspiración de que no se le pasara por alto nadie, desde los magistrados hasta los porteros asesinados en la entrada. Es un tributo a “una gente maravillosa que prueba que en Colombia hay una gente maravillosa que nace en cualquier lugar y puede llegar a ser lo más importante en el Estado colombiano”.




