Aerolíneas de EE.UU. donando alimentos a controladores aéreos en medio del cierre de gobierno
La industria aérea teme un colapso si el Congreso no pone fin al cierre que ya cumple casi un mes, mientras miles de trabajadores públicos enfrentan la falta de su tercer salario consecutivo.

Aeropuerto Ronald Reagan de Washington D. C., imagen de referencia. FOTO: Bill Clark/CQ-Roll Call, Inc vía Getty Images / Bill Clark
En medio del cierre de gobierno en Estados Unidos, que ya completa 29 días, varias aerolíneas han decidido donar alimentos a los controladores aéreos federales para evitar un posible colapso en la aviación. Miles de trabajadores públicos están a punto de dejar de recibir su tercer pago consecutivo.
El país enfrenta el segundo cierre gubernamental más largo de su historia, y la industria aérea es una de las más afectadas. Más de 13.000 controladores aéreos, empleados federales esenciales, continúan trabajando sin recibir salario, y algunos han advertido que no regresarán a sus puestos hasta que el Congreso logre un acuerdo.
Ante este panorama, aerolíneas como United Airlines, Delta y JetBlue anunciaron iniciativas para alimentar a controladores y personal de aviación en los aeropuertos más concurridos del país, incluidos Washington D.C., Los Ángeles, Houston, Newark y San Francisco.
“United está donando comidas para los controladores aéreos y otros trabajadores federales cuyos salarios se han retrasado”, declaró la aerolínea en un comunicado.
JetBlue también indicó que trabaja junto a la TSA, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y la Administración Federal de Aviación (FAA) para coordinar entregas de alimentos y apoyo logístico.
El presidente de la Asociación Nacional de Controladores de Tráfico Aéreo, Nicks Daniels, envió un mensaje al Congreso, “a las personas encargadas de hacer lo imposible, se les está volviendo imposible al no pagarles de nuevo. No hay excusa para que estas personas sigan trabajando sin saber si alguna vez les van a pagar”.
Daniels advirtió que la situación podría derivar en una catástrofe aérea si continúa la falta de personal en las torres de control.
Recientemente, desde el aeropuerto LaGuardia, en Nueva York, el secretario de Transporte, Sean Duffy, reconoció las dificultades económicas de los controladores, quienes reportan más ausencias por enfermedad y han comenzado a buscar empleos temporales en empresas como Uber o DoorDash para cubrir gastos básicos.
Solo el domingo, más de 8.000 vuelos sufrieron retrasos o cancelaciones por la escasez de controladores, y otros 3.000 enfrentaron el mismo problema el lunes. Las aerolíneas temen que la crisis se agrave con la llegada del Día de Acción de Gracias, una de las temporadas más congestionadas del año para el sector aéreo.




