Niño trasplantado enfrenta complicaciones de salud por falta de medicamentos en Barranquilla
La familia pide ayuda urgente a las autoridades y a la EPS para garantizar el tratamiento del menor.

Child's hand in hospital bed, with IV drip attached / Alexandra Pavlova
Jorge Andrés Parra Christys, un niño barranquillero de nueve años atraviesa una delicada situación de salud tras haber recibido un trasplante de riñón en julio de este año. Él nació con una malformación renal y estuvo en diálisis durante cuatro años, hasta que finalmente logró el procedimiento que le devolvió la esperanza.
Sin embargo, hoy enfrenta una nueva amenaza: la activación del virus BK, una infección que ataca personas con el sistema inmunológico debilitado, como quienes dependen de medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo de un órgano trasplantado.
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La EPS no autoriza medicamento clave
Por ende, los médicos ordenaron un tratamiento urgente con un medicamento que ayuda a controlar el virus, pero la EPS Sura, según su familia, ha negado su entrega, argumentando que “no está registrado para la patología específica del menor”.
La madre de Jorge, María Christys, asegura que, aunque el fármaco fue autorizado, la entidad no ha cumplido con la entrega.
“Sura autoriza los medicamentos, pero cuando llegamos a la farmacia no los encontramos. En este momento estamos esperando el valgaciclovir, que ya fue aprobado, pero no está disponible. Han pasado más de diez días y, si siguiéramos en Barranquilla, mi hijo no habría podido tomarlo. Estos medicamentos son vitales para que no pierda su riñón”, contó la madre.
Ante la falta de atención oportuna, la familia tuvo que trasladarse a Medellín para continuar el tratamiento en el Hospital Pablo Tobón Uribe, donde el niño recibe actualmente atención médica especializada.
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Llamado urgente
La familia Parra Christys pide a las autoridades de salud y a la EPS que garanticen la entrega inmediata y continua de todos los medicamentos, incluyendo la inmunoglobulina, para evitar que la vida del menor corra peligro.
María también expresó que la situación económica se ha agravado por los costos de viaje, alojamiento y compra de medicamentos.
“El medicamento Everolimus tardó más de 20 días en llegar. Primero debía pasar por validación médica, luego nos decían que no estaba disponible. Recorremos varias sedes de Sura y farmacias sin respuesta, y hasta un asesor nos dijo: ‘ah, ustedes son los del chicharrón’. Todo esto nos ha generado muchos gastos, porque mientras buscamos los medicamentos, tenemos que cubrir viajes, estadías y otros costos que la EPS no asume”, dijo.
Caracol Radio contactó a la oficina de prensa de la EPS Sura e indicaron que están estudiando el caso para emitir un comunicado oficial sobre la situación clínica del menor.



