¿Podrán las tortugas sobrevivir al siglo XXI? El nuevo informe que alerta al mundo
En Latinoamérica la situación es alarmante, mientras que en países como China, Indonesia y Vietnam se enfrenta la caza ilegal, comercio internacional y pérdida de hábitats.

Tortugas marinas liberadas . Corpamag
El informe ‘Turtles in Trouble: The World’s Most Endangered Tortoises and Freshwater Turtles’, elaborado por la ‘Turtle Conservation Coalition’, alertó que más del 54 % de las 359 especies de tortugas y galápagos del mundo enfrenta riesgo de extinción.
De esta manera, respaldado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el estudio señaló que 196 especies cumplen criterios de amenaza, mientras que 134 están clasificadas como en peligro o en peligro crítico.
Los autores advirtieron que la situación ha empeorado desde la última evaluación realizada hace siete años, con cinco especies extintas en tiempos recientes. Por su parte, el especialista, Jordan Gray, de la ‘Turtle Survival Alliance’, enfatizó que el declive continúa a pesar de los esfuerzos globales. “El número y porcentaje de especies amenazadas ha aumentado, pero aún hay historias que nos dan esperanza”, dijo.
Desde otra perspectiva, la científica Liz Kimbrough, doctora en ecología y biología evolutiva por la Universidad de Tulane, recopiló los hallazgos en su reportaje para ‘Mongabay’ y destacó la importancia de la investigación ecológica en la protección de estas especies milenarias.
¿Por qué Asia y América Latina son el epicentro de la crisis?
El estudio identificó a Asia como el principal epicentro de extinción, concentrando 32 de las 66 especies más amenazadas, lo que equivale a un 48,4 %.
Cabe destacar que países como China, Indonesia y Vietnam enfrentan una combinación devastadora de caza ilegal, comercio internacional y pérdida de hábitats.
Adicionalmente, el uso de productos de tortuga en la medicina tradicional china impulsa el tráfico de especies, generando un lucrativo mercado negro.
En el caso de China, la tortuga de caja de cabeza dorada (Cuora aurocapitata) y la tortuga de Zhou (Cuora zhoui) están prácticamente extintas en la naturaleza. Esto es visto como una representación trágica de la crisis.
Por otra parte, en América Latina, la situación también es alarmante. En México, la tortuga de lodo de Vallarta (Kinosternon vogti) apenas sobrevive en menos de 25 hectáreas de humedales amenazados por el desarrollo turístico.
En el caso de Colombia, la tortuga de cabeza de sapo de Dahl (Mesoclemmys dahli) se conserva en una reserva de 220 hectáreas que protege el 30 % de su diversidad genética. “Cuanto más rara se vuelve una especie, más valiosa es para los traficantes”, dijo Kristin Berry, científica del ‘U.S. Geological Survey’.
¿Qué estrategias ofrecen esperanza para el futuro?
Varios expertos coincidieron que la conservación comunitaria es necesaria para frenar la extinción de tortugas y galápagos. En la provincia de Aceh, Indonesia, los pescadores locales reciben incentivos por proteger los nidos de la tortuga pintada (Batagur borneoensis). Esto ha logrado en 2025 la protección de 111 nidos y la liberación de más de 4 400 crías.
Por ejemplo, en Australia, la tortuga pantanosa occidental (Pseudemydura umbrina) pasó de menos de 30 individuos en 1987 a más de 300 ejemplares gracias a programas de cría en cautiverio y migración asistida.
La ‘Turtle Survival Alliance’, líder mundial en conservación, está trabajando actualmente con 43 de las 66 especies más amenazadas, manteniendo poblaciones en cautiverio como verdaderos ‘bancos genéticos’ para su futura reintroducción.
“La conservación empieza y termina a nivel comunitario. Todos pueden hacer algo: desde donar hasta ayudar a una tortuga a cruzar la carretera. Cada tortuga cuenta”, concluyó Jordan Gray, vocero de la ‘Turtle Survival Alliance’.



