Gobernador de Córdoba exige fin de extorsiones como gesto de paz del Clan del Golfo
En un firme pronunciamiento, Erasmo Zuleta Bechara condiciona cualquier avance en los diálogos de paz al cese de este flagelo que afecta a todos los sectores productivos del departamento.

Erasmo Zuleta Bechara, gobernador de Córdoba.
Montería
El gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara, se ratificó en su postura pública del primer día de su gobierno: cualquier diálogo de paz con el grupo armado Clan del Golfo debe ir acompañado de gestos concretos, siendo el principal el cese inmediato de las extorsiones a la población.
En sus declaraciones, el mandatario departamental recordó que Córdoba ha sido “víctima de la violencia por décadas”, pasando por grupos guerrilleros, paramilitares y, en la actualidad, por este grupo criminal, con el cual el Gobierno Nacional mantiene un proceso de diálogo.
“Pero mientras ese diálogo avanza, nuestra fuerza pública también avanza con contundencia, no solamente dando de baja a los criminales, sino también capturando a los que extorsionan a las personas de nuestro departamento”, afirmó Zuleta Bechara, destacando la doble vía de acción: la negociación y la presión militar.
La extorsión: un flagelo que no distingue
El gobernador fue enfático en señalar que la extorsión es el principal cáncer que afecta a la ciudadanía y debe ser el primer gesto de voluntad de paz del Clan del Golfo. “Porque hoy no solamente están extorsionando al que tiene mucho, sino también al que tiene poco: al mototaxista, al vendedor ambulante, al sector transporte, al vendedor de cerveza”, enumeró, subrayando el impacto transversal de este delito en la economía local.
“Esto no solamente se trata de un diálogo donde habla el Gobierno y un grupo criminal, sino que debe haber gestos de las partes. Y un gesto que debe tener este grupo con nuestro departamento es cesar, de verdad, la extorsión”, exigió.
“No queremos acuerdos como los de antes”
Zuleta Bechara aprovechó la ocasión para lanzar una advertencia sobre el tipo de paz que se debe construir. “El departamento de Córdoba y el país no quiere acuerdos de paz como los del pasado”, manifestó, refiriéndose a los procesos con guerrillas y autodefensas.
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El gobernador cordobés criticó aquellos acuerdos que, a su juicio, no han cumplido las expectativas: “Acuerdos para que hoy no se han cerrado, acuerdos para que no han reivindicado a las víctimas, acuerdos de paz que no le han garantizado una segunda oportunidad a los desmovilizados, acuerdos de paz que no han transformado el territorio, acuerdos de paz que no garantizan bienestar y oportunidades”.
Finalmente, el mandatario dejó clara su postura: no se opone a la paz, pero exige que los gobernantes locales sean parte activa en el proceso. “Nosotros como gobernantes del territorio debemos ser parte porque debemos asumir un rol en este proceso de diálogo y asumir unos compromisos”, afirmó.
Según Zuleta Bechara, los compromisos para la transformación real de los territorios no pueden recaer únicamente en el Estado central.
“Los gobernadores y alcaldes también debemos asumir una responsabilidad que garantice los derechos y el bienestar de esas sociedades que hoy han sido copadas por la ilegalidad”, concluyó, abogando por una paz con participación regional y resultados tangibles para las comunidades.




