Analistas ven con cautela acuerdos iniciales entre el Gobierno y el Clan del Golfo
En Norte de Santander persisten dudas sobre el impacto real de la negociación.

Primeros puntos acordados en diálogos de paz entre el Gobierno Nacional y el Clan del Golfo
Norte de Santander.
El primer ciclo de conversaciones entre el Gobierno Nacional y el Clan del Golfo, desarrollado en Doha, Catar, dejó sobre la mesa compromisos iniciales como la implementación de un piloto de sustitución de cultivos ilícitos y la garantía de no interferir en el proceso electoral.
Sin embargo, en Norte de Santander, donde este grupo armado mantiene presencia en la provincia de Ocaña y el área metropolitana de Cúcuta, la violencia sigue mostrando otras aristas que no fueron contempladas en los anuncios.
Para Kenny Sanguino, abogado e investigador en temas de seguridad, si bien los acuerdos pueden representar un alivio en algunas regiones del país, quedan grandes vacíos para departamentos como este.
“Lo que la sociedad norte-santandereana espera es que esos planes pilotos también se realicen en todos los territorios donde el Clan del Golfo tiene presencia. Aquí desde hace años se ha denunciado su accionar, pero el comunicado no dice nada al respecto”, explicó.
El analista recalcó que no existe un cese al fuego ni suspensión de operaciones militares, lo que implica que continuarán los enfrentamientos entre la fuerza pública y esta organización. A su vez, recordó que en varios territorios estos grupos han ganado influencia como autoridades de facto, aprovechando la ausencia estatal.
Respecto al compromiso de respetar el derecho internacional humanitario y cesar prácticas como el reclutamiento forzado, Sanguino fue prudente.
“Ojalá fuese de otro modo, pero es difícil ser optimista. Este gobierno está en su último año y lo acordado no pasa de ser un comunicado de una página. La población civil sigue siendo la más afectada por delitos como desplazamientos, violencia sexual, confinamientos o amenazas”, puntualizó.
Para el experto, cualquier avance con el Clan del Golfo es positivo por tratarse del grupo armado con mayor presencia en Colombia, pero advierte que la magnitud del reto exige continuidad y decisiones de fondo que probablemente quedarán en manos del próximo gobierno.



