Santa Marta celebró el 20 de Julio como epicentro nacional e iniciaron los festejos por sus 500 años
El tradicional desfile militar se combinó con una muestra cultural liderada por el Ministerio de las Culturas, integrando danzas, músicas y expresiones del Caribe.
Desfile folclórico del 20 de Julio en Santa Marta . Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes
Santa Marta
Santa Marta se convirtió este 20 de julio en el epicentro de la conmemoración nacional del Día de la Independencia, en un evento que unió el desfile militar tradicional con un gran despliegue cultural y artístico, enmarcado en la celebración de los 500 años de su fundación hispánica.
El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes resaltó que el arte y la cultura son protagonistas en la construcción de paz y tejido social, especialmente en territorios como Santa Marta, donde confluyen pueblos indígenas como koguis, wiwas, arhuacos y kankuamos, además de comunidades afrodescendientes y raizales. “Aquí el arte no es ornamento: es raíz y resistencia”, destacó la cartera cultural.
Las agrupaciones que participaron aportaron el talento y la esencia de sus territorios. Los Gaiteros de Pueblo Santo, reconocidos por su fusión de música ancestral y contemporánea, encabezaron el componente cultural. Se sumaron las agrupaciones Ritmo Caribe y Danfolgar, con jóvenes de Taganga que reivindican su identidad a través de la danza, y Kandymaku, colectivo indígena que llevó el mensaje espiritual de la Sierra Nevada a través de música y ceremonias.
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El desfile también contó con la participación del Team Cartagena, representantes del break dance nacional; la agrupación MaruGenial, que presentó un homenaje a la cumbia caribeña; y la Descendencia Folclórica, un proyecto cultural de Taganga liderado por el maestro Hernán Vásquez. El cierre estuvo a cargo de Papayebrass, una vibrante brass band que presentó la comparsa “Furor de Carnaval” como homenaje al folclor del Atlántico.
Santa Marta vivió así una jornada histórica, donde el desfile militar tradicional se entrelazó con la fuerza simbólica del arte. La ciudad no solo recordó su historia: la reescribió, con las voces de sus artistas y el ritmo de sus tradiciones, dando inicio a un año de celebraciones que exaltarán cinco siglos de memoria, diversidad y esperanza.
