Bogotá

CAR reportó recuperación histórica en Chingaza: este embalse llegó al 71%, nivel más alto desde 2022

Los niveles del Sistema Chingaza llegaron al 70 % en junio de 2025

El embalse de Chuza fue construido en 1982. Es alimentado por las aguas de los ríos Guatiquía y Chuza, que nacen en el páramo de Chingaza. De este lugar proviene el agua que consume el 80% de los bogotanos

El embalse de Chuza fue construido en 1982. Es alimentado por las aguas de los ríos Guatiquía y Chuza, que nacen en el páramo de Chingaza. De este lugar proviene el agua que consume el 80% de los bogotanos(Foto: Tomás Ortiz)

La primera temporada de lluvias de 2025 ha tenido un impacto positivo significativo en los embalses de Colombia, especialmente en el sistema Chingaza que abastece la capital.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) y la Empresa de Acueducto de Bogotá reportaron una recuperación histórica del Sistema Chingaza en junio 2025, tanto así que uno de sus embalses alcanzó niveles que no se tenían desde octubre de 2022.

Chingaza es la principal fuente de agua para Bogotá y la Sabana. En abril de 2025, este cuerpo de agua enfrentó una crisis hídrica sin precedentes debido a una combinación de factores climáticos y de consumo.

Desde finales de 2023, el fenómeno de El Niño y la reducción de lluvias afectaron las cuencas del sistema, que está compuesto por los embalses de Chuza y San Rafael.

Crisis hídrica del Chingaza

A principios de abril de 2024, los niveles de almacenamiento del sistema Chingaza cayeron al 16,9%, los más bajos en 40 años. Lo anterior obligó al Distrito a implementar un racionamiento diario de agua que afectó a la ciudad y a 12 municipios aledaños.

A pesar de las lluvias esporádicas, la recuperación fue lenta. Para mayo, el nivel alcanzó el 20,11%. Después de un año, la Alcaldía de Bogotá puso fin a esta medida con el aumento de las lluvias y medidas adicionales como la captación de agua del río Bogotá, el nivel de los embalses superó el 39,90% en abril de 2025.

Embalse alcanzó niveles no vistos desde 2022

Con corte al 12 de junio de este año, Chingaza alcanzó el 70 % en su llenado. Desde el Acueducto resaltaron que, el embalse de Chuza se recuperó considerablemente durante mayo, siendo este mes el segundo más lluvioso en la zona en los últimos treinta años, superado apenas por el mismo mes del año 2000.

Tanto así que el Chuza llegó al 71 %, un nivel de llenado que “no se tenía desde el 1 de octubre del año 2022, y en todo el sistema Chingaza desde el 14 de diciembre del año 2022″.

La empresa también destacó que el consumo de agua de la población se mantiene actualmente en un promedio de aproximadamente 17,21 metros cúbicos por segundo. Esta cifra es inferior al promedio registrado a comienzos de 2024, cuando el consumo superaba los 18 metros cúbicos por segundo.

Las lluvias también han beneficiado a los ecosistemas asociados a los embalses, como la vegetación y la fauna, contribuyendo a su recuperación, según indicó la CAR.

Mientras Chingaza se recupera gracias a la primera temporada de lluvias, el Distrito avanza en una hoja de ruta compuesta por seis líneas de acción clave para asegurar el agua de los capitalinos. Entre esas están la creación de un protocolo de sequía y un innovador modelo de reúso de agua, hasta el estudio de fuentes subterráneas, la simulación del comportamiento del sistema hídrico, el control de pérdidas y el fortalecimiento de la gobernanza del agua.

Conviene mencionar que, todos los demás embalses de Cundinamarca también refleja una tendencia ascendente, y los del Agregador Sur —Chisacá y Regadera— estables.

De acuerdo con los reportes del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) hasta julio de 2025 se espera que la mayor parte de las precipitaciones estén por encima del promedio habitual de la época, especialmente en las regiones Caribe y Andina.

Para el trimestre de agosto a octubre de 2025, se proyectan precipitaciones dentro de los rangos normales en la mayoría del territorio nacional. Aun así, en algunas zonas de las regiones Caribe y Andina podrían presentarse disminuciones de entre un 10 % y un 30 %.

Lo anterior es positivo para mantener el nivel de llenado de los embalses de Cundinamarca. El aumento en los niveles de agua proporciona una mayor seguridad hídrica y reduce la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos como las sequías.

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