Turismo ancestral, una práctica que conecta a los viajeros con los pueblos indígenas

En Caracol Sostenible, Gabriel Guerrero, vocero del resguardo indígena de Males, dio detalles de la experiencia que puede vivir un viajero al realizar turismo ancestral y de paso conectarse con el cuidado del planeta.

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El resguardo de Males se encuentra en el municipio de Córdoba, en el departamento de Nariño, y ha sido pionero en el fomento del turismo ancestral o turismo indígena en la región, según cuenta Gabriel Guerrero. Para él, este tipo de turismo es sostenible y amigable con la madre tierra o la Pachamama, como se le conoce en el territorio; en el cual se venden experiencias con prácticas y saberes ancestrales.

¿Cuáles son los tipos de turismo ancestral que se practican en el resguardo de Males?

En el primero, se visitan espacios sagrados para estos pueblos indígenas en donde “habita la espiritualidad… espacios de meditación, de cosmovisión, de reencontrarnos con nosotros y con nuestro ser. Esos espacios son muy restringidos” comentó Guerrero, aunque sí se puede acceder a ellos bajo unas condiciones de respeto y conexión con la madre tierra.

La otra opción se realiza en zona rural donde se conocen las características del resguardo y su estilo de vida agrícola.

Allí se convive durante el tiempo de visita con la cultura, la artesanía, la gastronomía y la danza ancestral y milenaria que es patrimonio del resguardo y del municipio.

Además, la transferencia de conocimiento en prácticas ancestrales de medicina se convierte en una de las experiencias más enriquecedoras para los visitantes a las “casas de pensamiento” donde se brinda sanación del cuerpo, mente y espíritu.

Este tipo de turismo permite que las comunidades indígenas puedan establecer corredores turísticos que, además les brinden recursos que promuevan el desarrollo de sus comunidades.