Gensa responde acusaciones de Sintraelecol de calificar de “obsoletas” a las unidades de Termopaipa
El sindicato dice que están obsoletas por falta de inversión y el presidente de Gensa responde que no es así

Termopaipa y sus unidades I, II y III. Foto | eje21.com.co
Tunja
Por medio de un comunicado, el Sindicato de Trabajadores de la Energía de Colombia (Sintraelecol) expresó su rechazo categórico porque el presidente de Gensa S.A. E.S.P calificó de obsoletas a las unidades I, II y III de la termoeléctrica de Paipa. El sindicato señala que las afirmaciones desconocen la realidad del sistema eléctrico y ocultan la falta de inversión por parte de la administración de Gensa en los últimos años. El presidente Henry William Cruz Casas respondió a estas acusaciones en Caracol Radio.
La denuncia de Sintraelecol: abandono y sobreexplotación
En un comunicado, Sintraelecol aseguró que las plantas termoeléctricas no son obsoletas, sino que han sido víctimas de un abandono sistemático. Según el sindicato, la administración de Gensa ha omitido las inversiones necesarias para su modernización y mantenimiento, lo que pone en riesgo tanto la operatividad de las plantas como el empleo de cientos de trabajadores.
Frente a estas acusaciones, Henry William Cruz Casas, presidente de Gensa, aclaró que el término obsoletas hace referencia a la antigüedad técnica de las plantas, que requieren inversiones cada vez más altas para mantenerse operativas. «La unidad 1, que este año cumple 63 años, requiere una inversión de cerca de $ 50 mil millones en los próximos dos años. Eso es demasiado dinero y vuelve muy costoso el proceso de generación», explicó.
El presidente de Gensa insistió en que la empresa no pretende cerrar ni desmantelar las plantas, sino llevar a cabo un proceso de transición energética y reconversión tecnológica que permita modernizar las instalaciones y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. «La planta no se va a acabar, la planta la vamos a transformar y hacer una reconversión tecnológica», afirmó, agregando que el objetivo es generar energía más limpia, menos contaminante y a precios más racionales.
Cruz Casas también destacó que la compañía ha hecho inversiones constantes en las plantas, a pesar de las dificultades financieras recientes, ocasionadas por el fenómeno de El Niño y el alto costo del carbón. «La prueba de esto es que siempre las unidades han estado operativas», sostuvo, añadiendo que, aunque la generación térmica a carbón tiende a desaparecer a nivel mundial, la empresa está trabajando en un plan de transición paulatina, que tomará entre cuatro y seis años.
Otro de los puntos que aparece en el comunicado del sindicato, es que “la sobreexplotación de las plantas responde a intereses comerciales, no a necesidades del sistema”, señalando que Gensa ha utilizado Paipa I, II y III para “cubrir negocios irregulares, vendiendo energía a precios muy por debajo de los valores del mercado”, lo que perjudica la rentabilidad de las plantas y desvía las ganancias fuera del departamento de Boyacá.
Además, denunció que las emisiones contaminantes son producto de la falta de inversión en mantenimiento, y no de una supuesta obsolescencia, como lo indicó el presidente de Gensa. Según el comunicado, entre el 2019 y el 2023, la empresa recibió más de $ 200 mil millones, de los cuales “no invirtió en Boyacá ni en esta planta, lo necesario en mantenimiento de equipos”.
Cruz Casas también respondió a las acusaciones de abandono sistemático por parte de la administración. «Durante todos estos años, Gensa ha realizado las inversiones y modernizaciones necesarias para mantener las plantas en condiciones óptimas», señaló.
El compromiso con los trabajadores y la región
En cuanto a la preocupación por el empleo, el presidente de Gensa fue enfático en señalar que el proceso de reconversión no afectará a los trabajadores. «Nosotros para hacer ese proceso, no vamos a prescindir ni siquiera de un solo trabajador, ni de uno solo», aseguró, destacando que, por el contrario, la meta es ampliar la capacidad de generación y con ello la mano de obra vinculada a las plantas.
«Antes yo les he dicho a ellos, vamos a luchar porque podamos instalar una capacidad más grande que requiera una mayor cantidad de trabajadores. Eso es positivo para la comunidad, para la región y también para la empresa”, afirmó Cruz Casas, subrayando que el proceso será gradual y planificado, sin decisiones intempestivas.
Exigencias y futuro del sector energético
Mientras tanto, Sintraelecol mantiene sus exigencias, entre ellas que Gensa asuma su responsabilidad en la crisis de Termopaipa I, II y III, que el Gobierno Nacional intervenga para frenar la utilización arbitraria de las plantas con fines financieros y que las utilidades generadas por la generación de energía en Boyacá se reinviertan en el departamento.
El sindicato también solicitó que la administración de estas plantas regrese a manos de los boyacenses, con una gestión comprometida con el desarrollo del departamento, como ocurría antes de que el gobierno central entregara la operación a Gensa en el 2005.