Familias retornadas de Anorí están llegando a sus veredas a un confinamiento por amenazas
El temor de las comunidades por los campos minados es real. El pasado domingo, un soldado en labores de patrullaje pisó una mina y una pierna le fue amputada.
Anorí, Antioquia
La Asociación de Campesinos del Norte y Nordeste de Antioquia (ASCNA) en diálogo con CARACOL RADIO confirmó que la mayoría de los desplazados que permanecían en el área urbana ya retornaron a sus casas en la ruralidad en la zona del Filo de Los Trozos. Pero se recalca que regresaron sin garantía de seguridad y por decisión propia ante la preocupación por los animales y los cultivos que habían dejado abandonados desde el 13 de noviembre.
Pero la asociación denuncia que estas personas salieron de un desplazamiento para llegar a un confinamiento, al parecer, generado por el Clan del Golfo que permanece en el territorio y les ha impedido moverse de sus casas hasta nueva orden y quien incumpla la advertencia podría perder su finca y animales; así lo manifestó José David Hernández, representante legal de la asociación.
“Esa es la información que nos dan los lugareños de allá y que el grupo armado les ha dicho a ellos que no hay permiso de salir ni en la Navidad. Prácticamente los tienen de rehenes, prácticamente de escudos de guerra para que no sean atacados. Los lugareños que viven en los Trozos, del lado de la parte de Toná, pues están viviendo esta situación, no pueden salir porque el grupo armado les dijo que no podían salir del territorio hasta nueva orden”.
Lo otro grave es que, según la denuncia, les han advertido que quien decida salir del territorio sin autorización, corre el riesgo de perder su finca y animales, ya que no podría volver a la vereda. Al parecer, el Clan del Golfo les ha indicado que quien abandona la zona tiene algo que ver con el otro grupo, es decir, las disidencias del frente 36 que también están en la zona. Lo que aumenta la preocupación de los campesinos.
“El argumento es que ellos salieron desplazados y que eso les perjudica a ellos y que, si vuelven a salir, pues más los perjudica y que ellos necesitan tener la gente ahí en el territorio y que si se van, pues pierden sus bienes, sus fincas y todo porque ellos se quedarían con eso”.
Por lo que solicitan mayor accionar del ejército que está en el territorio para que los campesinos puedan reactivar sus labores agrarias y sus vidas con tranquilidad.
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Campos minados y soldado herido
La advertencia que hacía una líder social que también se había desplazado y que había conversado con CARACOL RADIO se confirmó este domingo, justo en medio del retorno de más de 300 personas. Un militar cayó en un campo minado y sufrió graves heridas. El accidente ocurrió en la misma zona de la vereda Trozos, hasta donde las familias han llegado, lo que aumenta el riesgo para ellos.
“Desde el día de ayer vengo recibiendo información de las familias que están en el territorio de que hay campos minados por los paramilitares, que toda la zona prácticamente está minada por el grupo que entra y que deja la zona minada. Es más, el ejército cayó en ese campo minado hace dos días y hubo un soldado con una pierna amputada”.
Ante esta información que entrega José David, CARACOL RADIO obtuvo información militar, la cual confirma el hecho. Le indicaron a este medio de comunicación que el soldado fue atendido en el sitio por un enfermero militar, estabilizado y luego evacuado de la zona hacia un centro médico de la ciudad de Medellín donde está siendo atendido. Además, se indicó que este hecho también será denunciado por ser una violación al derecho internacional humanitario. También que se le está brindando acompañamiento psicosocial al herido y a su familia.
Ante esta situación, el líder social Hernández aseguró que muchos propietarios de fincas han tenido que mover el ganado hacia otras zonas donde presumen que no hay campos minados, afectando sus faenas diarias como el ordeño por la distancia con sus casas. Eso sí, nadie se atreve a salir de la casa, ya que, si salen a buscar algún equino o bovino, pueden pisar una mina. Pero recalca que algunas personas si han retomado las labores donde creen no hay minas, pero es incierto aseverar donde hay y donde no.
“Hay finqueros que volvieron, pero que dicen que todos sus predios están minados por este grupo armado. El temor ahora es más que quizás cuando estaban aquí en el casco urbano; el temor ahora y la preocupación de nosotros como organización va a seguir siendo latente mientras este grupo armado esté en territorio de Anorí y más con estas consecuencias que se están dando con todas las familias”.
Finalmente, le solicita a las autoridades departamentales y nacionales que deben atender la grave situación humanitaria que afrontan los campesinos retornados con el confinamiento y los campos minados. Recalca que desde hace más de un mes habían denunciado estas situaciones.