Transición energética: Un camino que debe tomarse con responsabilidad
Varios expertos del sector se reunieron en el Primer Congreso Internacional de Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
Actualmente el país está en medio de una transición energética, que busca reducir el uso de carbono y adoptar fuentes de energía más limpias como la solar y la eólica. Este proceso busca minimizar el impacto ambiental y fomentar un desarrollo más sostenible. Sin embargo, el país aún enfrenta desafíos para alcanzar estos objetivos.
Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas, señaló que la economía colombiana debe avanzar hacia una estructura donde se consideren tanto las partes negativas de los sectores tradicionales, como las oportunidades que ofrece una matriz energética diversificada.
En Colombia la transición energética aún está en sus primeras etapas, por lo que Pearl destacó la importancia de hablar sobre programas de desarrollo sostenible que integren las comunidades locales para así reducir el impacto ambiental.
‘‘En este sentido, es esencial desarrollar estrategias que no solo promuevan energías limpias, sino que también aborden las desigualdades económicas y sociales.’' afirmó, Pearl.
Papel de los hidrocarburos en la transición
El sector de los hidrocarburos es fundamental en la transición energética. Según Pearl, estos sectores deben financiar la adopción de tecnologías más limpias y apoyar la diversificación económica.
Por lo anterior, a pesar de su impacto negativo, los recursos generados por el sector pueden ser utilizados para avanzar hacia una economía más verde y equitativa.
La transición energética requiere un modelo económico que no solo promueva energías renovables, sino que también aborde las desigualdades sociales y económicas. Expertos del sector enfatizaron en la importancia de establecer un equilibrio entre el desarrollo económico, la eficiencia energética y la justicia social.
Transición energética justa
Por su parte, Rafael Fajardo, de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, también destacó la importancia de una transición energética justa, y aseguro que ‘‘el proceso no solo implica un cambio tecnológico, sino también un cambio cultural y productivo.’'
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Según él, la transición debe ser planificada cuidadosamente para asegurar que las nuevas fuentes de energía sean sostenibles y que el país mantenga la seguridad energética y fiscal.
Para lograr una transición efectiva, Fajardo también propone que se utilicen los recursos generados por los hidrocarburos para financiar tecnologías limpias y apoyar la diversificación económica.
La transición energética de Colombia es un proceso que requiere un enfoque equilibrado y sostenido. A medida que el país avanza hacia energías más limpias, es crucial abordar las desigualdades económicas y sociales para asegurar un desarrollo sostenible.