Cuatro presuntos integrantes del Clan del Golfo murieron al caer en un campo minado
El hecho ocurrió en zona rural de Tarazá y al parecer, el lugar había sido acondicionado por la guerrilla del ELN, ya que los integrantes del Clan intentaban huir luego de los combates con el ejército en Cáceres, dónde murió un cabecilla de la subestructura Yesion Leudo Chaverra.
Tarazá, Antioquia
En la vereda El Piñal del municipio de Tarazá, Bajo Cauca antioqueño, y en límites con la población de Cáceres, se registró el pasado domingo la muerte de cuatro presuntos integrantes del Clan del Golfo por explosivos. Los fallecidos fueron recogidos por una funeraria y llevados a la morgue del municipio de Yarumal, donde se adelanta la identificación de estas personas que, al parecer, son bastante jóvenes.
Según la información inicial del caso y conocida luego de dos consejos de seguridad realizados, uno en Cáceres y el otro en Tarazá, este hecho ocurrió luego de que las tropas del Batallón de Operaciones Terrestres N°24 sostuvieran un combate con el Clan del Golfo en el que murió el segundo cabecilla armado de la subestructura Jeison Leudo Chaverra alias “Vaca”.
Al parecer, los ilegales ante el asedio de los militares huyeron del lugar y pasaron hacia Tarazá, donde cayeron en un campo minado, presuntamente instalado por la guerrilla del ELN en una zona bastante apartada.
Lea también:
Nuevo jefe del bloque Madalena Medio de EGC ordenó nuevas restricciones en zonas rurales
Un presunto cabecilla murió en medio de un combate con el ejército en Cáceres, Antioquia
Luego de los consejos de seguridad realizados en las dos poblaciones, se confirmó que por ahora no hay riesgo de desplazamientos de comunidades ni amenazas directas, aparte de la que existe, y es por la utilización de las minas por zonas donde transitan civiles y hasta niños.
Por ahora esta situación es investigada por las autoridades, mientras tanto las tropas del ejército continúan en la zona para evitar que la comunidad se vea afectada con las acciones del Clan del Golfo y el ELN que sostiene una guerra.
Este hecho demuestra que los grupos ilegales continúan instalando minas antipersona en los territorios rurales y en zonas utilizadas por los campesinos que quedan en riesgo ante esta situación, que es catalogada como una violación al derecho internacional humanitaria con el uso de este material. Además, no se descarta que este campo también fuera utilizado contra la fuerza pública que patrulla la zona, garantizando la seguridad de las comunidades rurales.