Regla de los 2 minutos para mantener la casa limpia y ordenada: ¿Cómo funciona?
Realice sus tareas domesticas en menos de dos minutos y conseguira tranquilidad en su hogar.
Para algunas personas, tener la casa limpia a trae buenas energías y genera un estado emocional de felicidad y bienestar. De manera que internet ha impulsado el ‘método de los dos minutos’, el cual consiste en realizar pequeñas tareas domésticas en ese periodo de tiempo.
El propósito principal es dejar la casa limpia y en orden con esta regla que le ayudará a rendir el tiempo y cumplir con los deberes.
Algunas de las tareas pueden ser como: poner una lavadora a lavar ropa, hacer la cama, lavar los platos o colgar la ropa del día anterior, todo en dos minutos. Según el estudio Hogares con psicología, realizado por IKEA y el Consejo General de la Psicología “el orden en el hogar es una de variables que contribuyen a nuestro bienestar psicológico y felicidad”.
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¿Cómo practicarlo?
A veces tener suciedad o acumular los pendientes de la casa genera estrés y malgenio. Sin embargo, la idea de los dos minutos insta a eliminar esos sentimientos y transformarlos en un ámbito tranquilo y con paz.
Por ende, cada que termine una tarea menos de dos minutos, siga con las que faltan hasta completar todo el aseo que su hogar requiere.
¿Qué beneficios da?
- Por un lado, proporciona bienestar emocional, la limpieza por lo general manifiesta un entorno más cómodo y feliz.
- A su vez, transmite satisfacción y aumenta la autoestima, estas pequeñas tareas domesticas impulsan una sensación de eficacia y de aprovechamiento del tiempo, por lo tanto, satisface las necesidades de las personas.
- Evita la procrastinación, lo cual consiste en posponer deliberadamente tareas importantes pendientes, ya habrá más tiempo para usted y podrá liberar el estrés generado por las tareas
- Fortalece la calma mental, no hay preocupación, simplemente genera tranquilidad el saber que todo está hecho.
Tal Ben Shahar, de la universidad de Hardvard manifiesta que dejar las cosas para más tarde no es una buena idea en términos de bienestar pues “el círculo vicioso se suele hacer patente cuando procrastinamos, es decir, cuando dejamos las cosas que no corren ninguna prisa para más tarde... y más tarde”, así lo expusó.