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Fabio, un hombre de 88 años a quien quieren desalojar de su casa en Chapinero

Esta es la historia del señor Fabio Penagos, un hombre de 88 años que al parecer fue estafado por una mujer que quiere quitarle su casa.

Fabio, un hombre de 88 años a quien quieren desalojar de su casa en Chapinero

Bogotá D.C

En la calle 71a # 14a-09 hay una casa esquinera pintada de morado con rosa con un antejardín cercado por un muro azul con blanco y unos dibujos negros. En las paredes y en las rejas de la casa se pueden leer varios afiches que dicen “Esta propiedad no se vende, no se hipoteca. No se deje engañar”. La casa por fuera se ve como una casa más del barrio Concepción Norte en la localidad de Chapinero.

Este lunes 24 de junio habían afiches nuevos en los que se leía “Pido la ayuda de mis vecinos porque el día de hoy vienen a desalojar o a botarme a la calle” y también “Quieren echarme de mi casa el 24 de junio 8:00 am”.

Ese mismo día hubo gran revuelo en el barrio, pues llegaron a desalojar a Fabio Penagos, un señor de 88 años que la mayoría de su vida ha vivido ahí en su casa, y que los vecinos no dejaron que las autoridades desalojaran a Fabio.

Esta sería la tercera vez que los vecinos salvan a Fabio de que sea desalojado de su casa.

Fabio, cuidado por sus vecinos

Fabio, de 88 años, es un anciano tiene varias discapacidades médicas. No ve por su ojo derecho y tiene demencia por lo que también tiene problemas de memoria. Fabio vive solo en su casa, pero sus vecinos lo ayudan a bajar y a subir las escaleras, le dan comida y están pendientes de él.

“Los vecinos le traemos más comida. Él vive bien. A él toca subirlo y bajarlo entre tres, cuatro personas porque él no puede subir la escalera ni bajar. Tenemos que sacarlo acá para que le dé el solecito”, dijo Miguel, un vecino de Fabio que lo conoce hace más de 25 años.

Durante 2005 hasta 2007 a Fabio lo cuidaba Uriel, un hombre a quién Fabio le arrendó una habitación.

Yo le propuse que yo lo acompañaba y le arreglaba la casa y le pagaba arriendo. Pero resulta que el señor Fabio, como todos los vecinos siempre lo hemos conocido, el señor no es una persona que sea mentalmente estable”, indicó Uriel, su anterior cuidador e inquilino.

Uriel estuvo con Fabio durante 6 años, pero se fue a su pueblo porque tuvo una calamidad. Al hablar de su convivencia, Uriel confesó que tuvo problemas porque él le pagaba el arriendo, pero muchas veces Fabio no se acordaba debido a la demencia.

Sin embargo, Uriel le tiene gran aprecio a Fabio y de vez en cuando lo visitaba para ayudarlo a limpiar la casa. Hasta que en 2016, los vecinos llamaron a Uriel porque había sucedido algo extraño.

Fabio habría sido engañado por una mujer

Nos dimos de cuenta que la casa ya no era él, que ya no estaba en la propiedad, ya no estaba en el instrumento público, ya no estaba la casa a nombre de él, ya estaba a nombre de la señora Carolina Mendoza”, afirmó el vecino Miguel.

Los vecinos se dieron cuenta de esto porque vieron muchas veces que una mujer llegaba a la casa de Fabio, salía con él y luego regresaban, pero nadie conocía a la mujer y nunca la habían visto. Las visitas se volvieron recurrentes y cuando los vecinos le preguntaban a Fabio que quién era él respondía que era su amiga y su novia.

“Dijo que ella era la novia de él, que lo iba a ayudar a arreglar la casa, que le iba a pagar impuestos, que iba a ser mejor dicho la samaritana”, indicó Miguel.

Sin embargo, a Miguel y a los demás vecinos se les hizo raro que una mujer de 30 años estuviera con un hombre de más de 80. Por lo que al investigar, se dieron cuenta que la mujer se llamaba Carolina Mendoza y ya era dueña de la casa de Fabio.

“Era tal el punto que ya quería venir a cobrarle los arriendos a los inquilinos que habían ahí en esa época que había una cigarrería. Pero este es el momento que todavía dice que la casa es de él, porque las condiciones de incapacidad del señor no le permiten procesar esa información”, dijo Uriel.

La conciliación

“Ya con el tiempo, una vez llegó la señora, aquí gritando y tirándole piedra al señor ahí, mire que le rompió un vidrio, tirándole piedra, y decía que le desocupara la casa”, afirmó Miguel.

En ese momento, los vecinos le consiguieron un abogado a Fabio para anular la escritura en la que le vendía los derechos herenciales a Luisa Carolina Mendoza, derechos que la mujer no le pagó.

El abogado no hizo mucho, pues Fabio llegó a una conciliación con la mujer en el Juzgado 39 de Bogotá, en la que ella a cambio de la casa, le pagaba un arriendo con servicios públicos de un apartamento en la misma zona de la casa, le pagaba un mercado mensual y una enferma.

Él no entendió la conciliación porque al último cuando salió la conciliación, la señora Carolina salió muy contenta, muy feliz diciendo, abrazando a los testigos y a la gente que estaba allá afuera, nosotros dijimos ¿qué pasó? Cuando don Fabio salió con el abogado y llamó a Carolina y le dijo Carolina acá vinimos a celebrar. ¿Celebrar qué? Celebrar cuando ya lo robaron”, confirmó Miguel.

Uriel también alegó “¿Cómo es posible que una casa de 1.200 millones de pesos que está aquí a una cuadra de la estación del metro central, a una cuadra de la estación de Transmilenio 72, le den como pago un apartamento en arriendo y un mercado de 100 mil pesos y un enfermero?”

Los vecinos NO lo dejan solo

Uriel y Miguel quedaron certificados por la Secretaría de Integración Social como red apoyo para Fabio, ya que no tiene familia ni nadie que lo cuide. Con toda la comunidad, tienen un grupo y salen a defender a Fabio cada vez que intentan desalojarlo. El desalojo se ha reprogramado 4 veces: la primera fecha fue el 12 de diciembre de 2023, se reprogramó para el 15 de enero de 2024, luego para el 24 de enero de ese mismo año. Se volvió a reprogramas para el 1 de abril y después para el 24 de junio.

Asimismo, el juzgado, aparte de la situación de las escrituras, indica que Fabio además de ser una persona de la tercera edad que vive solo, no vive en las mejores condiciones. Pues Fabio come porque sus vecinos le dan comida y no tiene agua desde hace meses porque le robaron el contador.

“Entonces han argumentado que como el señor no tiene la casa bien pintada y en condiciones lujosas, entonces ese es el motivo por el cual ahora se lo van a llevar. O sea, utilizan esa disculpa de que el señor no tiene las condiciones para tratar de desalojarlo y de una u otra forma disimular la forma de que lo han venido robando”, denunció Uriel.

Es por eso que los vecinos del barrio se unieron para mejorar las condiciones de vida de Fabio. Están buscando todo tipo de donaciones, desde pintura y materiales hasta mano de obra para adecuar la casa de Fabio y que no sea desalojado de su casa.

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