Familiar de usuaria de salud del magisterio denuncia que transición al Fomag no es funcional

El pasado 1 de mayo inició la transición hacia el nuevo ‘Modelo de salud Fomag’, para la atención en salud de los docentes públicos y sus familias. De acuerdo con el Gobierno Nacional, esta transición al Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio (Fomag) busca mejorar la prestación del servicio para 818.960 maestros, maestras y beneficiarios afiliados al sistema de salud del Magisterio del país.

A pocos días de que entrar a operar el nuevo modelo, la Procuraduría General de la Nación (PGN) alertó sobre las graves inconsistencias operativas y en contratación que presenta el plan adoptado por el Gobierno de Gustavo Petro.

Uno de los argumentos del ente de control fue que el cambio de sistema era improvisado al no tener claridad en temas esenciales como la conformación de la Red Nacional de Prestadores de Servicios de Salud. Al cumplirse más de una semana desde que entró en operación, profesores del magisterio denuncian problemas de atención en el nuevo sistema de salud del Fomag.

“Mi mamá duró dos meses sin medicamentos”

En conversación con 6AM Hoy por Hoy, Rodrigo Hurtado, hijo de maestra pensionada expresó que “la transición ha sido caótica y un salto al vacío para los usuarios”. Para el familiar, si bien, el sistema de salud de los profesores no era perfecto, funcionaba:

“Nosotros teníamos médico que la atendía en la casa, o sea, médico domiciliario, las medicinas llegaban a la casa y pues sí, a veces se demoraba una que otra vez una cita con especialista, pero era un sistema funcional”. De acuerdo con Hurtado, las fallas se evidenciaron desde comienzos de marzo, cuando se dejaron de suministrar los medicamentos y no hubo respuesta por parte de la EPS SERVISALUD, que entró en un plan tortuga:

“Mi mamá duró o está hace ayer que llegaron los medicamentos duró dos meses sin los medicamentos regulares que hay que darle y pues por ser una enferma crónica lo necesita de manera permanente no puede ser salteado, así que nos tocó costearlos a nosotros”.

¿Quiénes han tomado las quejas al nuevo sistema de salud?

Según manifestó Hurtado, ha tenido que hacer uso de sus propias redes sociales para denunciar este caso, así como contactos del sindicato de Fecode:

“Ayer nos llegaron los medicamentos después de estar sin ellos desde el 17 de marzo, ahora estamos esperando un TAC que tiene que hacerse bajo sedación y tiene que verla una anestesióloga, que está desde octubre de 2023 ordenado y no se ha podido hacer. Mi papá se la pasa llamando a la línea de atención que tenemos y no hay nada, todo es como averigüe. Mi papá tiene más de 82 años y le ha tocado ir hasta allá a que le diga no, no hay medicamentos al otro día llegan”.

Agregó que la poca comunicación que ha logrado ha sido por su insistencia en canales digitales, pero hay muchos pacientes crónicos que no tienen los conocimientos y las habilidades digitales para conseguir alguna respuesta sobre su situación médica: “Yo decía en la cuenta de la Fiduprevisora cuando sacaron lo de la señora llorando, o sea, la única forma de que a uno lo atiendan es haciendo un escándalo en redes sociales y pues el otro en el otro sistema uno llamaba y si se tenía que poner una tutela se ponía, ahora no se sabe ni quién es el responsable”.

Por último, el familiar de la maestra pensionada comentó que la situación es preocupante, sobre todo para los pacientes crónicos o con tratamientos psiquiátricos que sí no tienen el flujo normal de la EPS que venía funcionando mal que bien, les toca ir a hacer las largas filas o buscar los recursos para sacar una cita particular:

“Nadie nos avisó, no hay una ruta de atención y como que se tiran la pelota entre uno y el otro, se la pasan es sacando videos ahí de cómo funciona de bien el sistema con unos números colapsados y una improvisación que puede ser fatal mala”.