¡El Chelsea no tiene un segundo de paz! A pesar de la contundente victoria sobre Everton en la Premier League, resultado que le permite seguir soñando con un cupo a competencias europeas de la próxima temporada, el cuadro londinense vivió dos polémicas que empañaron lo deportivo.

Pelea del equipo por un lanzamiento de penalti

En primer lugar se encuentra la pelea dentro del campo entre Noni Madueke, Nicolas Jackson y Cole Palmer por la ejecución de un penalti.

Pasada la hora de partido, el juez central sancionó pena máxima por una infracción contra Palmer. Tras esto, Madueke y Jackson salieron disparados a agarrar el balón, pero el extremo derecho terminó quedándose con él, gracias a que Thiago Silva acudió a apaciguar los ánimos.

Tras unos instantes de pelea, en los que incluso el capitán Conor Gallagher tuvo que entrometerse, el encargado de patear fue Palmer, quien venció a resistencia de Jordan Pickford y selló su póquer (cuatro goles en un partido). Todo esto mientras Mauricio Pochettino veía completamente incrédulo lo que ocurría.

Aunque la situación terminó con celebración de todos los jugadores juntos, el mismo Pochettino calificó de “vergonzosa” dicha pelea, teniendo en cuenta que ya están estipulados los cobradores durante los partidos. En este orden de ideas le pidió a sus dirigidos dejar de comportarse “como niños” para pelear por los objetivos propuestos.

Caliente rueda de prensa

Finalizado el encuentro, Mauricio Pochettino acudió a la rueda de prensa pospartido para hablar sobre la sólida victoria en Stamford Bridge. Ahora bien, el director técnico argentino quedó sorprendido al recibir solo cuestionamientos respecto a la mencionada pelea de sus jugadores.

“Sabía que la primera pregunta era esa. Después hablaremos del partido, pero lo primero que quiero decir y ser muy claro es que los jugadores, el cuerpo técnico y el club saben que el lanzador de penaltis es Cole Palmer. Todo lo que ha pasado después, es una vergüenza. Estoy muy decepcionado por esa situación. Hemos hablado de lo ocurrido en el vestuario, de la imagen que hemos dado en esta noche de lunes. En todo el país estaban viendo el partido y no podemos dar este tipo de imagen”, sentenció.

Y complementó: “Es una vergüenza y quiero disculparme con la gente del fútbol, y nuestros aficionados, porque es inaceptable. La disciplina es lo más importante en un equipo. Este es un deporte colectivo en el que, por supuesto, los jugadores ofensivos quieren demostrar que tienen hambre de marcar goles, pero para este tipo de situaciones voy a tener que tomar decisiones”.

Ahora bien, las preguntas respecto a ese tema fueron reiteradas y se fue colmando la paciencia del ex-Tottenham, que en un momento no aguantó más y terminó por abandonar la sala. “Gracias, nos vemos después... En todo el día solamente hablamos de ese tema”, sentenció. Y cuando se devolvió para decirle algo a la prensa, un periodista le gritó: “Nosotros no detuvimos la conferencia de prensa, fue usted el que la detuvo”.

Ahí empezó el cruce entre ambas partes. Pochettino, exaltado por la situación, indicó que “todas las preguntas iban por ese camino(la pelea de sus jugadores”, a lo que el periodista gritó “Una mier*** el manejo a la rueda de prensa”. Véalo acá: