Todo empezó en 2022. Luego de ser declarado culpable por la denuncia impuesta por su exesposa, Daniela Cortés, por cargos de violencia de género, Boca Juniors, decidió apartarlo de las concentraciones y partidos. Villa podía seguir entrenando por su contrato laboral, pero el futbolista tomo otra decisión.

Cuando el club argentino tomó esta decisión, Sebastián Villa viajó a Colombia a pasar tiempo con su familia, y posteriormente irse a España, en donde se vio entrenando con Lanzarote, equipo de tercera división. Después, para finales de 2023, firmó como nuevo jugador PFC Beroe Stara Zagora de la Primera Liga de Bulgaria. Allí fue cuando el club argentino explotó, buscó respuestas del agente, del jugador y decidió empezar una demanda ante la FIFA.

El futbolista colombiano, de 27 años de edad, rompió el contrato de forma unilateral y se consideró jugador libre para firmar por el Beroe Stara Zagora. Esto generó molestia en el entorno de Boca Juniors, que de inmediato le reclamó al ante la FIFA la liberación de cupo extranjero y la compensación de 5 millones de dólares y sanciones deportivas al colombiano.

FIFA se considera incompetente, ahora Boca apelará al TAS

El ente máximo del fútbol, en respuesta a la demanda interpuesta por Boca, se declaró incompetente. FIFA destacó que esto debe ser tratado por la justicia laboral de Argentina y decidió no sancionar al jugador Sebastián Villa ni deportivamente ni económicamente. Por esto el colombiano podrá seguir jugando en Bulgaria.

Ahora, la última opción que le quedaría a Boca Juniors es apelar la decisión en el Tribunal Arbitral del Deporte en Suiza (TAS). La directiva y Juan Román Riquelme analizarán la situación para decidir si llevan el caso a otra instancia. Hace poco el presidente del club argentino, quien siempre lo elogió, destacó que espera que “ojalá le vaya bien”.

Por el momento el colombiano continuará jugando en la primera división de Bulgaria, mientras Boca define la situación y si apelará la decisión.