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El truco infalible para eliminar la grasa del caldo de carne o costilla

Una de las preocupaciones al cocinar es la cantidad de grasa que puede resultar en los alimentos. Conozca el secreto para eliminarla y cuidar su salud sin afectar el sabor de las comidas.

El truco infalible para eliminar la grasa del caldo de carne o costilla. Foto: Getty Images / Redes Sociales

¿A quién no le provoca un caldo de costilla acompañado de pan o arepa a la hora del desayuno? ¿Quién no piensa en esta sopa cuando necesita recuperarse de una jornada pesada o de una noche de celebración? El caldo de costilla es tan conocido como respetado dentro de la gastronomía colombiana.

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Pero, aunque parezca sencillo o fácil de preparar, detrás de un buen caldo hay mucho más que una lista de ingredientes de calidad: carne o costilla de res, papa, cebolla, ajo y el infaltable cilantro.

Otros trucos deben aplicarse durante su preparación, no solo para lograr un plato delicioso, sino también para cuidar la salud de elementos como el exceso de grasa por efecto de la carne.

Según una investigación académica publicada por las doctoras Claudia Constanza Cabezas-Zábala, Melier Vargas-Zárate y Blanca Cecilia Hernández-Torres, de la Universidad Nacional de Colombia, “el consumo excesivo de alimentos fuente de grasa, acompañado por estilos de vida sedentarios, afecta el peso corporal y la salud”.

Entre los males que puede producir el consumo excesivo de grasas, según las investigadoras, están las enfermedades de tipo cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.

El verdadero origen del caldo de costilla

Si usted es de las personas que aseguran que no hay nada tan colombiano como el caldo de costilla, es posible que esté en un error.

El origen real de este delicioso plato aún no es claro, pese a la fuerte apropiación que se ha hecho de él en Colombia.

El caldo de costilla es de especial consumo en la región andina. La sopa propiamente dicha se suele acompañar con una porción de costilla o carne de la usada para la cocción y una porción de o arepa, que suele variar, según el sitio exacto en el que se consuma.

Una primera teoría sobre el origen del caldo de costilla y tal vez a más apropiada por los colombianos, es la de la aparición de este plato en el altiplano cundiboyacense.

Algunos investigadores gastronómicos aseguran que el origen de la preparación se puede remontar incluso a tiempos de los indígenas muiscas, habitantes originarios de esta región desde la época prehispánica.

Quienes abrazan esta teoría aseguran que el descubrimiento de la preparación no solo se debió al cultivo de papa, una tubérculo que es bastante común en a región. Más bien respondió a la necesidad de palear el clima frío de la región con un alimento caliente.

Sin embargo existe otro grupo de investigadores que ponen la parición del caldo de costilla en Colombia en épocas un poco más actuales.

Según esta postura, el caldo de costilla llegó al país hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX: su origen: el Reino Unido.

Al parecer, los ingenieros ingleses que llegaron al país para desarrollar los grandes proyectos de construcción de vías férreas trajeron la preparación que ya se hacía y consumía en su país de origen.

La proteína, los carbohidratos y sales que combinaba el caldo de costilla, eran la preparación perfecta para aportar la energía que necesitaba un trabajador de la construcción de puentes y vías para el sistema de trenes del país.

Colombiano o inglés, el caldo de costilla hace parte de la actual cultura gastronómica del país. Y como todo buen plato, es necesario cuidar aspectos como el exceso de grasa, que pueden echar a perder una buena preparación.

El mejor truco para retirar la grasa del caldo de costilla

En los últimos días se ha hecho popular en internet el video de un hombre que explica cuál es el mejor truco para retirar el exceso de grasa en el caldo de costilla o carne. El método es sencillo y solo requiere de un ingrediente: hielo.

Para hacerlo, solo debe tomar un cubo o porción de hielo con una pinza de cocina y pasarlo suavemente sobre las formaciones de grasa que se hacen en la superficie de la sopa cuando esta ya ha terminado su cocción.

La capa de grasa se adhiere al hielo y luego, al retirarlo, usted podrá botar la capa de hielo con la grasa recogida y pasarlo de nuevo las veces que sea necesario. De esa forma podrá eliminar la capa de grasa que se hace en la parte superior de la sopa.

Otras personas recomienda una técnica similar, pero que no le permitirá disfrutar del caldo tibio o recién hecho. Consiste en dejar enfriar un poco la sopa en el ambiente y luego meterla a la nevera.

Tras un lapso de tiempo considerable de refrigeración, el caldo estará frío y la grasa formará una capa gruesa en la parte superior del recipiente en el que la haya almacenado. De esa forma podrá retirarla con un cucharón.

Cada persona echa mano de una técnica distinta. Algunos tendrán mejores resultados con una u otra. Sin embargo, lo realmente importante es evitar el exceso de grasa sin privarse de consumir este delicioso plato.