Los 10 alimentos que no se deben congelar antes de consumir: podrían intoxicarlo

Sin duda, el congelador es un gran aliado para conservar alimentos como carnes, pescados, caldos o legumbres, y en otras ocasiones para guardar lo que hemos cocinado de más con la intención de comerlo más adelante.

No obstante, hay alimentos que al congelarlos pierden todas o parte de sus propiedades. La razón es sencilla, ya que este proceso puede hacer que los productos congelados pierdan su sabor y su textura o simplemente se estropeen, por lo que se aconseja no utilizar este procedimiento con ciertos alimentos que mencionaremos más adelante.

Es importante mencionar que congelar un alimento no elimina el riesgo de patógenos, es decir, no los mata. Si se descongela el producto pueden aumentar el peligro a posibles intoxicaciones alimentarias. Por lo que para destruirlos, la mejor forma es cocinarlos previamente.

Además, un alimento que ha estado congelado no se puede volver a congelar, ya que durante el proceso de descongelación se vuelven a activar los procesos de maduración y descomposición del alimento, poniendo en riesgo la salud.

Los 10 alimentos que no se pueden congelar

• Huevos: se deben guardar en su envase original o colocarlos al fondo de la nevera. Al momento de usarlos, solo se deben sacar los que se van a utilizar, no la caja entera. La idea de congelarlos para que parezcan como recién puestos no se ajusta a la realidad.
• Quesos: al congelarlos pierden textura y se desmenuza a la hora de cortarlo, por lo que pierde parte de sus propiedades. Por tanto, es recomendable que, de hacerlo, se lamine o se corte previamente.
• Verduras: la lechuga o cualquier otra verdura de hoja verde que se consuma sin conocer no debe pasar por el congelador porque quedan ajadas, sin cuerpo y sin sabor. Con el resto no hay ningún problema.
• Frutas: aunque casi todas se pueden congelar, pierden textura y su aspecto desmejora. Lo mejor, en caso de tener que hacerlo, es lavarlas bien, pelarlas, picarla en trozos y guardarlas en bolsas de congelación. (Los frutos rojos y el plátano son las frutas que mejor toleran la congelación).
• Pescados que llevan tiempo en la nevera: lo ideal para congelar un pescado es que esté fresco, limpio por fuera y por dentro y seco para que así conserve todas sus bondades.
• Mariscos: lo mejor es cocerlos, envolverlos en un paño y después guardarlos en film de cocina. Las almejas y otros alimentos con cocha, así como las gambas o langostinos pueden congelarse en crudo sin problema.
• Productos con grasa: esta tiene una congelación muy lenta y provoca que el producto se rancie dando un sabor extraño. Ocurre con la carne, el embutido, el tocino o la panceta.
• Pastas y arroces caseros: se pueden congelar, pero pierden textura, por lo que no es la mejor opción para conservarlos más tiempo.
• Postres caseros: no quedan bien tras el proceso de congelación, porque el bizcocho, el relleno o la cobertura pierden textura y no sabrá igual que recién hechos.
• Salsas o recetas con mayonesa o nata: la congelación puede cortarlas y ser peligrosas si se ingieren.

Errores a la hora de descongelar alimentos

En primer lugar, lo ideal es congelar los alimentos en el mismo día que los compre, ya que cuánto más fresco esté, mejor será su calidad. De acuerdo al tipo de alimento, el tiempo de congelación será mayor o menos. Otro error común es descongelar a temperatura ambiente, pues esto lo único que genera es la reproducción de microorganismos. La solución tampoco es introducir los alimentos en agua caliente o exponerlos al sol.

Tampoco es recomendable introducir alimentos en agua caliente o dejarlos al sol, siendo lo ideal es colocar el alimento congelado en la nevera o recurrir a otros métodos. Finalmente, tampoco se recomienda dejar alimentos calientes en el congelador.